El Peixegalego Marín dio la cara pero fue incapaz de doblegar a uno de los colíderes de la categoría, el Unión Financiera Oviedo, que gracias a la profundidad de plantilla y la cantidad de hombres de refresco, se llevó el partido (65-76) a pesar de que los hombres preparados por Javi Llorente dieron la cara y pelearon, pero no pudieron evitar sufrir su cuarta derrota consecutiva.
No fue un buen inicio, en general. La puntería resultó ser un bien escaso, y hasta casi dos minutos demoraron los dos equipos en ver aro por primera vez. Una contra que Lofberg culminó con un mate, enseñó el camino. Pero el choque era una sucesión de errores, tanto en la ofensiva como en la retaguardia, lo cual lo convirtió en un concurso de tiro. Las dificultades locales para abrir su marcador fueron aún mayores que las de su rival. Tres minutos 40 segundos tardaron los pupilos de Javi Llorente en empatar a dos.
Más información en la edición impresa de Diario de Pontevedra de este domingo