Justo el día en el que se cumplen diez años desde que Manuel Cuiña tomó las riendas del Concello de Silleda, un 19 de julio de 2013, el socialista ha dimitido de su cargo "convencido de que é o mellor que podo facer polo meu concello". Lo hace después de que la oposición volviese a bloquear en sesión plenaria, por segunda vez, las retribuciones destinadas a los tres ediles con dedicación exclusiva -el propio Manuel Cuiña y las ediles Mónica González y Ángela Troitiño-, impidiendo que cobren su salario e incluso estén dados de alta en la Seguridad Social, tal y como precisó el socialista.
Esta decisión no cogió por sorpresa ni a los miembros de la Corporación ni a los vecinos y vecinas del municipio trasdezano, pues Cuiña ya había anunciado hace una semana que dimitiría de su cargo si el BNG, encabezado por Erea Rey, impedía la aprobación de los salarios con su voto en contra, algo que, pese a la esperanza de algunos y algunas, así sucedió. Los cinco ediles del PP y los dos del BNG rechazaron la propuesta realizada por el alcalde, una cantidad que ascendía a 108.000 euros, sin subir ni un solo céntimo las nóminas que estas tres personas cobraron en el pasado mandato; e incluyendo un puesto de personal eventual.
El hasta ahora alcalde de Silleda incluso llegó a pedir al BNG, durante la sesión plenaria, una oportunidad para seguir gobernando el municipio trasdezano otros cuatro años y "botar a Silleda a andar", mientras que los nacionalistas insistieron en que ellos no son los culpables de esta situación sino el regidor, pues "dixo que non estaba disposto a cobrar nin un euro menos". Por este motivo, acusaron a Cuiña de soberbia y de ego. "A día de hoxe non hai maioría absoluta e estas cousas hai que debatilas", indicó Erea Rey, que apuntó que le habían ofrecido el pasado domingo una retribución total de 105.000 euros.
Sin embargo, aparte de este límite a los sueldos de los tres ediles con dedicación, el BNG proponía, en el escrito, una redistribución de las nóminas, que quedarían en 48.000 euros brutos anuales para la persona que ostentase la Alcaldía y 57.000 euros brutos anuales para la primera teniente de alcalde y para la concejala de Benestar e Igualdade. Esta fue la última propuesta presentada por el BNG para apoyar o abstenerse en este Pleno. Cuiña aseguró que no se trataba de una cuestión económica, y que se comprometía a destinar esos 3.000 euros de diferencia entre su propuesta y la de los nacionalistas a fines sociales cada 19 de julio, pero esto tampoco convenció a Erea Rey y Xerardo Díaz, ediles del BNG.
El socialista recordó los avances, tanto en el ámbito social, como demográfico y económico que ha experimentado el municipio silledense desde que el PSOE llegó a la Alcaldía; y recordó a los ediles nacionalistas que el BNG en Forcarei, un concello más pequeño y con menor peso que Silleda, apoya un sueldo mayor para la alcaldesa, Verónica Pichel.
Asimismo, el hasta ahora regidor matizó que cedió en más de 26.000 euros el total de las retribuciones, pues rebajó las cantidades hasta llegar a los 108.000 que presentó este martes en sesión plenaria, mientras que acusó al BNG de ceder en tan solo 15.000, pues partía de un salario bruto anual de 90.000 euros repartidos entre las tres dedicaciones exclusivas.
Manuel Cuiña sostuvo que desde el primer momento intentó mantener una relación cordial con el BNG, y acusó a los nuevos ediles de bloquear las negociaciones. De hecho, Cuiña llegó a afirmar que "eu creo que é unha cuestión persoal. O BNG nunca me deu unha oportunidade neste plenario", por lo que, apuntó, "eso indicará que cando desapareza eu" el problema de entendimiento entre el PSOE y el BNG silledenses llegará a su fin y se podrán adoptar acuerdos en beneficio de los vecinos y vecinas de la villa. Y así de tajante, pidió al Bloque que, cuando una nueva persona tome posesión como alcalde o alcaldesa de Silleda, "a tratedes mellor".
Manuel Cuiña comenzó el debate del Pleno desgranando el único punto del día: las retribuciones de los tres ediles con dedicación del Gobierno de Silleda. La Alcaldía recibiría 51.821,28 euros brutos anuales, la primera teniente de alcalde, Mónica González, 30.380,28 euros, y la concejala de Benestar Social, Ángela Troitiño, 26.040,12 euros brutos anuales. Además, una persona eventual, que ocuparía el puesto de secretaria particular de Alcaldía, recibiría 26.265 euros brutos anuales.
El portavoz del PP, Ignacio Maril, criticó que el socialista hubiese llevado a dos sesiones plenarias la misma propuesta, y acusó a Cuiña de pretender sacar adelante la propuesta "sen negociar" y de manera "unilateral".
En su intervención, la líder del BNG, Erea Rey aseguró que le había trasladado al regidor una propuesta "moi xenerosa", y apuntó que "xa ten mérito que teñamos que ser nós -los dos ediles nuevos y más jóvenes de la Corporación- os que veñamos poñer un pouco de sentido común". Al mismo tiempo, denunció que Cuiña había hecho públicas conversaciones presuntamente privadas, mientras que el socialista matizó que no eran privadas, sino negociaciones que el BNG había pedido que fuesen siempre públicas. "Nós o que fixemos ata agora foi negociar e ceder moito moito", aseguró Erea Rey, que puntualizó que "imos seguir traballando ao longo desta lexislatura para chegar a acordos".

Cuiña respondió a la nacionalista que "iso de que cededes e nós non é totalmente falso", e hizo "un pequeno relatorio" de como se habían sucedido las negociaciones entre ambos partidos. Destacó que el PSOE aceptó todos y cada uno de los puntos políticos exigidos por el BNG, y a la hora de negociar las retribuciones, habían cedido en más de 26.000 euros.
Al terminar el Pleno, varios vecinos y vecinas increparon a los ediles del BNG por provocar la dimisión de Manuel Cuiña, mientras que miembros de la Corporación, visiblemente emocionados, se despidieron del que fue alcalde de Silleda durante los útimos diez años.
En el año 2013, y tras haber ganado de nuevo las elecciones municipales el PSOE en Silleda, Manuel Cuiña se hizo cargo del Gobierno local tras la marcha de la anterior regidora, que fue elegida por el Parlamento de Galicia como senadora de designación autonómica.
En 2015 Manuel Cuiña se presentó como cabeza de lista en las elecciones municipales y logró una mayoría absoluta, que sería revalidada en el año 2019. Sin embargo, en las últimas elecciones municipales el PSOE, aunque fue el partido más votado, perdió la mayoría absoluta a costa de un BNG en ascenso, que logró hacerse con dos ediles.
Ahora, tras su marcha, la edil Mónica González pasa a ocupar el cargo de alcaldesa en funciones.