Amil revive el multitudinario y ancestral rito de la rapa das bestas en el curro de A Braña

La asociación Cabalar Monte Acibal cifra en 150 el número de cabezas de ganado y espera contar con 10.000 espectadores

Valentía y espectacularidad son dos características de la rapa que pudieron verse aeyer, cuya jornada central se celebra este domingo. PATRICIA FIGUEIRAS
photo_camera Valentía y espectacularidad son dos características de la rapa que pudieron verse ayer, cuya jornada central se celebra este domingo. PATRICIA FIGUEIRAS

El seguimiento que realizan habitualmente los propietarios de los caballos y los potros que pastan por el monte Acibal, situado en la confluencia de los municipios de Moraña, Barro, Pontevedra y Campo Lameiro, lo intensificaron en las últimas jornadas y el día 13 los encerraron, en un lugar situado a una media hora de camino hasta Amil.

Una veintena de vecinos de la parroquia, jóvenes la mayor parte, fueron los encargados de ir a buscarlos para hacerlos llegar hasta el curro, situado en A Braña, en torno a las 19.30 horas.

Los potros fueron separados de la manada, se repitió la tradicional, y arriesgada, escena de la monta y la jornada finalizó con la rapa de unos pocos caballos y yeguas, pasadas las 21.30.

A continuación, recuperaron la libertad, aunque el lugar donde se encuentran sigue estando controlado, y comenzó la cena campestre, seguida de una verbena, amenizada por dos orquestas. Este domingo, la actividad de los aloitadores en el curro comienza a las 12.00 horas y finalizará a las 14.00. Habrá un descanso para comer, para reanudarse a las 16.00, y concluirá a las 20.00, con el sorteo de una potra entre aquellos que hubiesen adquirido las correspondientes rifas. Los caballos serán introducidos en el recinto donde les serán cortadas las crines en tandas de entre 15 y 20.

Una vez rapados, los caballos permanecerán en un cercado instalado en el pastizal, que abandonarán este lunes por la mañana cuando sean liberados.

La Asociación Cabalar Monte Acibal, es al encargada de la rapa y cifra en 10.000 el número de espectadores, 5.000 en cada jornada, y con el dinero que recauda, hace frente a los gastos derivados de la organización.

Ramón Souto, con 70 años, es uno de los responsables de la rapa das bestas

Con 70 años, Ramón Souto sigue siendo uno de sus responsables. Aunque señala que ya no está en condiciones de rapar, pero no por eso deja de ir al monte y trabajar para que se mantenga viva una actividad ancestral y también multitudinaria, que sigue adelante a pesar de las dificultades que tiene que superar.

Una de ellas estriba en la acción de los lobos, aunque este año Souto reconoce que su acción no fue tan mortífera como en los anteriores, y otra radica en los numerosos trámites burocráticos que deben realizar. Como él, otros promotores de la rapa de Amil (Moraña) también fueron aloitadores que dejaron paso a otros más jóvenes, a los que aconsejan para que salgan airosos de un reto que exige valor y no está exento de riesgo.

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