Ana Peleteiro lo tiene claro: el mejor plan con amigos para este otoño está en Pontevedra
Ana Peleteiro, una de las deportistas gallegas más queridas y medallista olímpica en triple salto, lo tiene clarísimo: el otoño en Galicia huele a cocido. La atleta ha compartido en sus redes sociales un vídeo en el que muestra cómo disfrutó de una jornada gastronómica de lo más tradicional en Lalín, la capital por excelencia del cocido gallego.
“Es 1 de noviembre y eso solo puede significar una cosa: empieza la época del cocido en Galicia”, arranca Peleteiro en el vídeo, donde confiesa que no hay mejor plan para esta época del año que reunirse con amigos alrededor de una mesa. Su destino elegido fue Casa Currás, uno de los restaurantes más populares de Lalín para disfrutar de este plato tan típico.
El menú del que disfrutó Peleteiro en Lalín
Durante la jornada, la deportista compartió todos los detalles de su experiencia: desde la tapa de empanadillas de cocido hasta la sopa de fideos, que calificó como "increíble" y "su favorita hasta el momento". Después llegó el momento estrella: el cocido gallego con todas sus partes, acompañado de grelos, repollo, patatas y los inconfundibles chorizos de cebolla. "Era brutal", resumía entre risas.
Y como buen final de fiesta, no faltaron los postres tradicionales gallegos: queso con membrillo, orejas, filloas, cañitas de crema y leche frita. "Si tuviese que elegir uno, me quedo con las filloas, de las mejores que he probado en mi vida", aseguraba la atleta gallega, que también destacó la buena atención del restaurante y el precio final de la comida, 188 euros entre todo el grupo.
Un manjar típico
Lalín no es un lugar cualquiera para los amantes del cocido. Cada invierno celebra su famosa Festa do Cocido, declarada de Interés Turístico Nacional, donde miles de personas se reúnen para rendir homenaje a este plato que combina sabor, tradición y espíritu gallego.
Con su entusiasmo contagioso, Ana Peleteiro ha vuelto a poner el foco en esta tradición, demostrando que, a veces, los mejores planes del otoño no están lejos… sino en una buena mesa gallega.