Archivan la causa judicial abierta contra Cuiña y Fernández a raíz de un seguro

El exalcalde de Lalín mantiene que la demanda es una maniobra de las "cloacas" y el exconcelleiro denuncia que quisieron destruir su reputación sin ningún tipo de escrúpulo
Rafa Cuíña. ARCHIVO
photo_camera Rafa Cuíña. ARCHIVO

El portavoz del grupo municipal de Compromiso por Lalín, Rafael Cuíña, y el exconcelleiro de Comercio por esta formación política José Manuel Fernández no cometieron ningún delito de tráfico de influencias y tampoco de cohecho, prevaricación o el derivado de haber realizado negociaciones prohibidas a quienes realizan una función pública.

Esta resolución fue emitida por el xulgado de Instrucción número dos de la capital de Deza y contra ella no cabe la presentación de recurso al haber transcurrido el plazo establecido para esta finalidad, indicó el primero de ellos en una rueda de prensa celebrada este lunes.

Ambos estuvieron acompañado por el abogado de Cuíña, Paco Lago, que abrió el turno de intervenciones afirmando que la denuncia, presentada por el actual alcalde, José Crespo, y por el presidente de la Asociación de Empresarios de Deza, Antonio Lamas, "carece de sentido" y se trató de "un intento" de instrumentalizar la Justicia para lograr objetivos políticos.

El hecho que Crespo y Lamas consideraban delictivo es la contratación, por parte del Gobierno local presido por Cuíña, de una póliza de seguros a la agencia de Mapfre, cuyo agente es Fernández, una empresa que cuenta con otra oficina en la misma compañía en la localidad, cuyo responsable es Lamas.

La contratación fue realizada en 2016 y la denuncia fue presentada en 2019, poco antes de las elecciones municipales, precisó, además de subrayar el "celo" con el que fue elaborado el atestado y su extensión (359 páginas), que calificó de "exagerada" cuando «no hubo ningún provecho, directo ni indirecto» y, en el peor de los casos para su defendido, se trataría de una falta de escasa relevancia penal, argumentó el abogado.

José Manuel Fernández criticó la «marrullería» desplegada por el PP, partido al que acusó de querer "destruilo" personal y políticamente sin ningún tipo de "escrúpulo" ni importante el trauma que le provocó tanto a el como a su familia. El exedil mantuvo que todo se basó en "un relato adulterado dos feitos" y expuso que el 90% de los seguros del Concello están contratados en la oficina de Lamas, con la que firmó más de 40 contratos. "Nunca lle gustou a competencia", dijo.

También hizo alusión al mal trago que le supuso tener que haber comparecido durante más de una hora en un Pleno por este motivo. "Caeríame a cara de vergoña por facer isto", afirmó. A pesar de haber tenido que pasar por este trance, Fernández aseguró estar satisfecho de su experiencia de dos años como edil.

La denuncia fue presentada por el alcalde, José Crespo, y por el presidente de la Asociación de Empresarios de Dez, Antonio Lamas

Cuíña apuntó que Crespo se retiró de la denuncia, pero este tema sigue estando en boca de sus "adláteres", después de que el PP lo hubiese aireado "a todo trapo" en tres ruedas de prensa y a través de la publicación de varias notas en las que cuestionaron su "honorabilidade".

El edil reconoció haberse sentido "humillado" al haber tenido que declarar, "por un seguro de merda", y atribuye lo sucedido a las actuaciones de la «cloacas» para impedir la alternancia al frente del Concello.

También sostuvo que este caso le hizo daño tanto personal como políticamente, y que el segundo era el objetivo que buscaban los denunciantes. "Chegamos a ter medo", asumió, y agregó había sido advertido de que el "PP tiña unha bomba" para meterlo en la cárcel. "Non penso permitir que me acoitelen máis", subrayó.

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