La vinculación de Agustina Otero Iglesias, la Bella Otero, con el mundo del deportes es un aspecto que hasta la fecha había quedado solapado por los destellos de su carrera artística y por los diversos eventos que jalonaron su vida personal.
Un trabajo de Tomás Abeigón, licenciado en Ciencias da Actividade Física, pone de relieve la relación mantenida por la bailarina de Valga con estrellas de la actividad deportiva, entre las que figura el fisioculturista Eugen Sandow, que está considerada la referencia de la modernización de esta especialidad, además de haber sido el inventor de varios aparatos que utilizó la diva para mantenerse en forma.
Este trabajo fue presentado el día 19 en el Museo da Historia de Valga y en el mismo se recoge que la Bella Otero utilizó mancuerdas de muelles para modelar su cuerpo, mediante una serie de sesiones que realizaba siguiendo una pauta semanal. No estaba bien visto por entonces que las mujeres utilizasen las pesas con esta finalidad, expuso Tomás Abeigón durante la presentación de su trabajo.
Otro aspecto que aporta, y ayuda a enriquecer la biografía de la bailarina, es su relación con Ludwing Durlacher, alemán conocido por el sobrenombre de Atila, especializado en el entrenamiento femenino. Con este preparador inició sus sesiones en 1893, cuando se inscribió en el gimnasio que poseía en Nueva York durante una de sus estancias en esta ciudad.
"La lectura de este artículo la hace bajo su única responsabilidad, dado que el mismo puede provocar que se convierta en un repentino amante virtual de La Bella Otero y/o incitarle a acudir en breve a un gimnasio a ejercitarse con pesas, por lo que el autor del mismo queda eximido de toda responsabilidad", advierte Tomás Abeigón.
