Caldas recuerda al mártir Thomas Becket

Canciller de Inglaterra y arzobispo de Canterbury gracias a Enrique II, fue finalmente asesinado en 1170 por instigación del propio monarca, al que ayudó a limitar los poderes de la iglesia católica en su reino para luego ponerse al lado de la institución dependiente de Roma. En 1173 fue canonizado por el Papa Alejandro III
El arquitecto diocesano Domingo Rodríguez Sesmero realizó el proyecto de la iglesia Santo Tomás. CEDIDA
photo_camera El arquitecto diocesano Domingo Rodríguez Sesmero realizó el proyecto de la iglesia de Santo Tomás. CEDIDA
El 29 de diciembre de 1170 era asesinado Thomas Becket, noble, político y religioso católico inglés. Un hombre que alcanzó gran dimensión bajo el reinado de Enrique II de Inglaterra, que le puso al frente de la cancillería y del arzobispado de Canterbury para que sirviera a sus intereses de recuperar el poder que había adquirido la Iglesia a costa de la monarquía. Así ocurrió hasta ese nombramiento como máxima autoridad de los católicos en tierras inglesas.

Thomas cambió completamente sus ideas y su estilo de vida, a partir de ese momento más austero, y se convirtió entonces en un incordio para el ocupante del trono inglés. Tras varias disputas en las que contó con el apoyo del Papa y del rey de Francia, a donde se exilió durante un tiempo, acabó muerto en su regreso a Inglaterra a manos de cuatro caballeros anglonormandos que cumplieron el deseo del rey de eliminar a Becket. Fue en el mismo atrio de la Catedral de Canterbury.

Justo en ese mismo año de 1170 este importante personaje histórico habría pasado por Caldas de Reis con motivo de una peregrinación a Santiago de Compostela. No obstante, las informaciones recogidas por el historiador caldense Hipólito de Sa hablan de su presencia en el año 1167. De ahí que la villa termal sea uno de los puntos de España que cuenta con un templo dedicado a Thomas Becket, o más concretamente a Santo Tomás, ya que apenas tres años después de su muerte fue canonizado por el Papa Alejandro III. En toda Europa surgieron fieles al religioso inglés. Incluso este año del aniversario son muchos los peregrinos que están acudiendo a Canterbury para celebrar los 850 años del fallecimiento del por aquel entonces arzobispo.

En Caldas de Reis se alojó en el Antiguo Hospital de Santiago, frente a la Burga. Por este motivo, poco después de su martirio se dedicó una iglesia a este santo, que en el año 1890 sería derrumbada para construir el templo actual, mucho mayor y que permitiría acoger a una población también superior, así como a los clientes de los balnearios de peregrinos.

La actual iglesia de Santo Tomás tiene un gran interés patrimonial, pues es de estilo neomedieval. Fue construida entre los años 1890 y 1894 según el proyecto del arquitecto diocesano Domingo Rodríguez Sesmero, quien proyectó también junto a su hijo Alejandro los edificios de los concellos de Pontevedra y Vilagarcía, así como el de la Deputación de Pontevedra, entre otros muchos más en la provincia.

Otras obras. En el Concello de Caldas de Reis los arquitectos Sesmero, representantes destacados del eclecticismo, también son autores de la Fonte da Burga, de 1881, del primer edificio del asilo de la villa termal, de 1883, y probablemente de las escuelas públicas municipales de la misma época.

Lamentablemente, para construir la actual iglesia se derribó en 1891 la Torre de Doña Urraca, pero también en esos años el anterior templo de Santo Tomás que se encontraba parcialmente sobre la actual plazuela (llamada históricamente "Plazuela da Igrexa" y muy próxima a la confluencia entre la rúa Real y la rúa Igrexia) que ya tenía este nombre antes de la construcción de la actual. Precisamente, el Concello va a tratar de restituir en planta la posición de ese antiguo templo para recordar su presencia.

Apuesta de Turismo. Desde el gobierno local de Caldas de Reis se pretende destacar la iglesia de Santo Tomás en su estrategia de promoción y desarrollo turístico de la villa termal en el Camino Portugués, al ser el único templo de Galicia dedicado a este santo y uno de los pocos que existen en España, todos ellos en regiones del norte de nuestro país.

El Concello procederá a la interpretación del conjunto y de algunos elementos singulares de la iglesia de Santo Tomás como las ventanas de la antigua Torre de Doña Urraca, a la vez que se restaurará la placa de mármol de 1891 dedicada al arzobispo Martín de Herrera, uno de los promotores de la iglesia que da nombre al conjunto de la plaza de As Palmeiras y la "plazuela".

La administración local va a incluir en los materiales de promoción turística y de interpretación del patrimonio la historia de ambas iglesias y los promotores de su construcción, como el alcalde Román López, el empresario Laureano Salgado o el diputado Sagasta, entre diversas instituciones y benefactores locales.

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