A Cesar lo que es de Cesar

El Concello de Caldas inicia el expediente para catalogar el relieve del martirio de San Sebastián, en San Clemente de Cesar
 
Una vista del templo de San Clemente. RAFA FARIÑA
photo_camera Una vista del templo de San Clemente. RAFA FARIÑA

Las investigaciones históricas tropiezan a veces en sus hallazgos con apuntes misteriosos, que acentúan la pulsión por descifrar su significado. Así nos sucedió a Jesús Blanco Suárez y al abajo firmante, cuando ultimábamos la Memoria que solicita al Ayuntamiento de Caldas de Reis la catalogación de un relieve de San Sebastián flechado, empotrado en un muro de la la iglesia de San Clemente de Cesar -o Cesar-.

Al buscar antecedentes sobre esta pieza de arte religioso reparamos en el libro Baldaquinos gallegos, escrito por José Filgueira Valverde y Xosé Ramón Fernández Oxea Ben-Cho-Shey. Allí leímos una mención intrigante sobre la iglesia de San Andrés de Cesar, que dista 4 kilómetros de la mencionada parroquia de San Clemente.

Dice así: "Una nota en la Cat. Art. (Catalogación Artística) del Museo de Pontevedra se refiere a un dintel con el martirio de San Sebastián que no hemos hallado". A continuación, en el párrafo siguiente figura una sola palabra: "Inédito".

Reprodujimos esas líneas en la Memoria presentada al Concello caldense el pasado diciembre, sugiriendo que el citado relieve pudo haber sido trasladado de la iglesia de San Andrés de Cesar a la de San Clemente de Cesar (ambas habían experimentado reformas durante el siglo XVII). Pero como la mosca nos seguía volando detrás de la oreja, solicitamos una aclaración sobre la cabalística nota del Museo de Pontevedra . Respuesta literal de su Secretaría: "Non atopamos nos ficheiros da Catalogación Arqueolóxica e Artística do Museo a ficha pola que nos pregunta".

A renglón seguido de esta insólita noticia, los responsables del Museo de Pontevedra no se quedaron de brazos cruzados. En primer lugar, constataron que el manuscrito de Baldaquinos Gallegos sí mencionaba la nota desaparecida.

Filgueira y Oxea pudieron tener conocimiento del relieve, sin definir si era en San Clemente o en San Andrés"

Al tiempo, hallaron otra ficha, relativa a San Andrés de Cesar, basada en un artículo de Hipólito de Sa Bravo sobre descubrimientos arqueológicos en este último templo, publicado en Faro de Vigo el 21 de junio de 1973.

En esta ficha aparecen unas adiciones manuscritas de Filgueira Valverde en las que se lee: "unos trozos de baldaquino". Esta misma ficha incluye una fotografía de Enrique Acuña para el libro Baldaquinos Gallegos con vestigios ruinosos de una de estas obras de arte, sin recoger imagen alguna del relieve del martirio de San Sebastián.

Un relato plausible

Entonces, ¿por qué falta la nota inicial de San Andrés de Cesar de los ficheros del Museo?. Las conjeturas pueden ser variadas. Pero sus responsables trazan un relato de los hechos plausible.

Tanto Filgueira como Oxea -coautores de una obra previa titulada O baldaquino en Galicia denantes do Barroco, editada en 1930 por el ahora centenario Seminario de Estudos Galegos- pudieron tener conocimiento de la existencia de un relieve de San Sebastián en Cesar, sin definir si era en San Clemente o en San Andrés. Cuando los equipos de catalogación del Museo fueron a fotografiar en los años 80 del siglo pasado el baldaquino de Cesar, se encaminaron a San Andrés sin percatarse de que el dintel podría estar en San Clemente.

Por este motivo, Filgueira Valverde pudo haber retirado la primera ficha por errónea de la Catalogación Artística del Museo que dirigió y realizar la anotación "unos trozos de baldaquino" que figura actualmente en la ficha sobre San Andrés de Cesar en la Catalogación Arqueológica y Artística de Galicia. Ahora bien, la premura en la edición del libro Baldaquinos gallegos habría obligado a sus autores a dejar constancia en el mismo de la existencia del "Dintel con el martirio de San Sebastián", pero subrayando que "...no hemos hallado. Inédito".

Otorgo cierto crédito a este relato hipotético de los hechos por una circunstancia personal. Filgueira y Oxea mantenían amistad con Raimundo García Domínguez Borobó.

Por lo tanto, pudieron haber escuchado a mi padre referirse al relieve de San Sebastián, obra que admiraba mucho tras haberla visitado acompañando al Dr. Goyanes Capdevila, junto con otro médico tío carnal suyo, en el verano de 1935.

O haber leído alguno de sus 'anacos', que la situaba en San Clemente, eludiendo eso sí el topónimo de Cesar. En cualquier caso, un relieve cincelado entre los siglos XV y XVI, menos conocido de lo que merece por parte del pueblo de Caldas.

Escribo esto último sin temor a que me contradigan, porque una joya escultórica como ésta continúa sin ser catalogada actualmente, a pesar de que los expertos en Historia del Arte coinciden en su rareza, al presentar a los sayones de San Sebastián con gorros frigios -detalle con el que eran caracterizados los judíos en la iconografía medieval-.

No obstante, el Ayuntamiento de Caldas de Reis ha acusado recibo hace unos días de la Memoria que cito al principio de este artículo. Desde el Área de Cultura se nos ha comunicado a sus autores que el Ayuntamiento iniciará un expediente de envío y catalogación de la labra pétrea al servicio de Patrimonio de la Xunta de Galicia. La comisión correspondiente del Concello será informada sobre el citado proceso, con carácter previo. Si todo va bien, el martirio del guardia pretoriano de Diocleciano quedará correctamente inventariado y se dará a Cesar (San Clemente) lo que es de Cesar.

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