Reducir el paso de vehículos por el casco urbano de Caldas de Reis es un objetivo que fue objeto de numerosas iniciativas, y la finalidad de la construcción de esta infraestructura es potenciar la seguridad vial en una localidad en la que la confluencia de dos carreteras (N-634 y N-550) genera un intenso tráfico.
El primer paso para lograrlo ya fue avanzado, al haber adjudicado la Dirección General de Carreteras la redacción del estudio informativo de la variante oeste, que será también un acceso al puerto de Vilagarcía. La empresa seleccionada entre las cinco que se presentaron es Eptisa Servicios de Ingeniería SL, de A Coruña, y la partida económica destinada a esta tarea asciende a 461.864 euros.
El presupuesto estimado de las obras de la nueva carretera es de 54 millones de euros. El objetivo de esta segunda variante es evitar que los tráficos en dirección este-oeste de la N-640 atraviesen el centro de la villa termal. En ese estudio informativo se determinarán las alternativas de trazado para la variante oeste, que permitirá evitar el paso por la actual travesía, que incluye dos giros de 90 grados en las calles principales de Caldas, de los tráficos de la N-640.
Encuentro. En el pasado mes de abril, la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, mantuvo un encuentro con el alcalde de Caldas de Reis, Juan Manuel Rey, en el que participaron varios técnicos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con la finalidad de analizar los trámites para la adjudicación del estudio informativo de la variante oeste.
Destacó entonces Larriba el "compromiso total" del Gobierno central con esta actuación, un proyecto que calificó de "histórico e imprescindible".
Una vez que está vía esté operativa, Caldas de Reis dispondrá de dos vías alternativas para evitar el paso por el centro: uno es que bordea esta localidad por el norte, y que propició un descenso del tráfico pesado especialmente.
