El alcalde de Catoira, Alberto García, fracasó en su intento de obtener el respaldo del Pleno para modificar el Plan de Ajuste al que está sometido el Concello con el objetivo de solicitar un préstamo de algo más de un millón de euros destinados al pago de facturas pendientes. Esta petición venía acompañada con otra: una subida de los impuestos municipales del 20% para hacer frente al crédito bancario.
Su propuesta solamente obtuvo el respaldo de un compañero de partido, porque los otros tres ediles del PSOE (con los que está frontalmente enfrentado desde hace dos años) votaron en contra, al igual que los dos del BNG, mientras que los tres representantes del PP abandonaron el salón antes de que llegase el momento de pronunciarse.
Las empresas con facturas pendientes podrán cobrar a través del Plan de Ajuste puesto en marcha por el Gobierno Central
A partir de este momento, aquellas empresas que tengan facturas pendientes de cobro por parte de la Administración local podrán hacerlo a través del Gobierno central, que repercutirá los desembolsos que realice restando su importe de los tributos que aporta al concello en concepto de transferencias, entorno a 600.000 euros.
Los ediles del PP se hicieron una foto antes de marcharse y después argumentaron que se trata de una deuda de la que son responsables el BNG (que estuvo al frente del Concello un año) y el PSOE, cuya responsabilidad se extiende el resto del período democrático.
El PP esgrimió este argumento a pesar de que a raíz de la crisis abierta en el seno del PSOE cuenta con responsabilidades de gobierno (sin figurar formalmente en el mismo) y dispone de la correspondiente asignación económica.
