La construcción de la nueva sede de Terra Termarum comenzará en verano

El proyecto para acondicionar las antiguas oficinas de correos y telégrafos a los nuevos usos será ejecutado en dos fases y la primera tiene un presupuesto que asciende a 100.000 euros
Antigua oficina de correos y telégrafos de Cuntis. DP
photo_camera Antigua oficina de correos y telégrafos de Cuntis. DP

Las obras que convertirán el inmueble que albergó la oficina de correos y telégrafos de Cuntis en las nuevas instalaciones de la Fundación Terra Termarum comenzarán el próximo verano. La primera fase tiene un presupuesto de 100.000 euros que financia la Deputación. Habrá una segunda y, a continuación la equipación.

Diseñar un espacio en el que sea posible contemplar las piezas de cerámica elaboradas teniendo como punto de partida los fragmentos hallados en el yacimiento de Castrolandín, y que permita, al mismo tiempo, que los visitantes puedan observar el trabajo de restauración que lo hace posible son los dos objetivos que persigue el proyecto, elaborado por el arquitecto David Álvarez.

La planta baja será destinará a la exposición y al taller. En el sótano será ubicado el almacén y las oficinas estarán situadas en la primera planta. El edificio tiene 270 metros cuadrados, una superficie que no variará una vez finalizadas las obras.

Para el desarrollo de esta iniciativa fue necesario un informe que de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, porque la altura de la primera planta es muy escasa y el techo será elevado dos metros en la fachada situada en el atrio de la iglesia parroquial. Esta reforma no implicaría que cambiase la altura del edificio porque solo afecta a uno de sus laterales.

La zona destinada a oficinas tendrá una superficie de 80 metros cuadrados. La planta baja será diáfana y dividida en dos áreas: el espacio destinado a la exposición de los elementos cerámicos, que estará en la zona más próxima a la puerta, y el taller.

Además de dotar de más amplitud el centro de interpretación, con respecto al actual, la mayor superficie también permitirá realizar un mejor ordenamiento de su contenido. El edificio está construido a principios del siglo XX y será necesario proceder a su vaciado interior.

Las paredes deberán ser sometidas a un proceso de saneamiento cuyas características serán determinadas una vez que un estudio permite saber qué tipo de patologías pueden sufrir tras de varias décadas de abandono.

El piso de la primera planta será de madera. Las paredes serán revestidas y el color que está previsto darle es blanco para aprovechar la luz solar. En el proyecto figura un ascensor, porque lo exige la normativa, aunque las dependencias del sótano y la primera planta no estén destinadas a uso público

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