Coral de Caldas, herida abierta

Un grupo formado por 18 excomponentes de la agrupación musical considera irregular la reforma de sus estatutos, el nombramiento de la presidenta y el despido de la directora

Imagen de la agrupación musical caldense en una actuación celebrada en Vigo a principios de la década pasada. CEDIDA (Coral Polifónica de Caldas de Reis)
photo_camera Imagen de la agrupación musical caldense en una actuación celebrada en Vigo a principios de la década pasada. CEDIDA

Un voto emitido vía telefónica y a través de las redes sociales provocó que se registrase un empate en una asamblea en la que la Coral Polifónica de Caldas de Reis debatía una reforma de sus estatutos, celebrada el día 10 de abril de 2017. Ante esta situación, se impuso la decisión defendida por la presidenta de la junta directiva, Ángeles González, al considerar esta que la igualdad registrada quedaba resuelta a favor de sus tesis apelando al doble valor de su voto de calidad.

Aquella determinación fue el origen de una situación traumática, e inédita hasta entonces en la agrupación, que 18 componentes, más de la mitad, decidieran abandonar, aunque no por eso dejaron de realizar varias gestiones tratando de reconducir la situación, aunque no lograron su objetivo.

En una carta enviada a la presidenta el día 15 de mayo del mismo año, este grupo le expuso que la modificación de los estatutos fue realizada de una forma irregular porque para ello debería haber convocado una asamblea general destinada a tratar específicamente este tema. Por otra parte, los que estaban en vigor en aquel momento indicaban que para dar este paso era preciso que dos tercios de los socios votasen a favor.

Los nuevos estatutos fueron elaborados con una finalidad, la de permitir que la presidenta y su directiva dispongan de atribuciones que antes le correspondían a los socios

LAS BLUSAS. Lectura y aprobación, si procede, del acta anterior, propuesta de blusas de las mujeres, conclusiones de la asamblea general de Fecoga, informe de la directiva y soluciones al mismo y ruegos y preguntas son los cinco puntos que figuraban en el orden del día.

El segundo motivo de discordancia fue la decisión de la directiva de prescindir de la directora. "Por su trascendencia y relevancia debería haber sido consensuada por los miembros de la Coral, y también ha sido tomada con absoluta omisión y desconocimiento de los cauces legales establecidos para ello, provocando una clara indefensión", señalan antes de agregar que la persona afectada "a día de hoy desconoce los motivos por los que se le despide", al igual que "muchos miembros integrantes de la Coral, que en absoluto estamos de acuerdo".

De "bochornosa" califican los 18 miembros de la Coral Polifónica de Caldas de Reis lo sucedido, que se preguntan por qué la directiva tomó la decisión de despedirla y contratar a otra persona, en lugar de plantear este tema en una asamblea extraordinaria.

Este grupo también entiende que la directiva presidida por Ángeles González "vulneró el derecho a información de los socios" porque en el orden del día de la asamblea que la eligió como presidenta no figura este punto.

Los nuevos estatutos fueron elaborados con una finalidad, la de permitir que la presidenta y su directiva dispongan de atribuciones que antes le correspondían a los socios, como la de convocar asambleas, cuando anteriormente bastaba con que la solicitase el 10% de los abonados.

"¿Qué interés le mueve?", se pregunta en voz alta uno de los excomponentes de la Coral después de haber expuesto lo sucedido en una reunión celebrada en un restaurante de Caldas de Reis, refiriéndose a la presidenta. "Contaminó a otros miembros de la Coral", lamenta.

En algún momento se llegaron a plantear la opción de acudir a la vía judicial

Ante esta situación, los excoralistas convocaron varias reuniones. El alcalde, Juan Manuel Rey, les ofreció el salón de plenos para que las celebrasen en este lugar, e invitaron a la directiva y a su presidenta, que no acudió a ninguna. Los promotores de esta iniciativa exponen que le habrían propuesto la creación de una junta gestora, cuya misión sería reconducir la situación con la finalidad de evitar que ser consumase la ruptura.

Al no haberlo logrado, adoptaron tres acuerdos: mantenerse unidos a la Coral, no reconocer a su director y condicionar su retorno a que dimita la directiva y se convoquen nuevas elecciones. En algún momento se llegaron a plantear la opción de acudir a la vía judicial, una opción que descartaron para evitar que pudiese generar roces personales y desprestigiar la imagen de la Coral.

Valoraciones
"Una estraña forma de privatización absurda dunha grande obra"


Observando la trayectoria que estaba tomando la gestión de la Coral Polifónica en su nueva etapa, los coralistas que la abandonaron señalan que revisaron los estatutos y llegaron a una conclusión: que la directiva quiere "convertela nunha horta particular" y subrayan que se trata de "unha estraña forma de privatización absurda dunha grande obra" basada en el altruísmo, la amistad y la progresión artística.

Señalan que la entrada de un nuevo miembro necesita ahora de la "aprobación explícita da propia presidenta", y subrayan que el repertorio, que hasta la fecha era un tema de total y absoluta incumbencia del director musical "pasa a precisar da supervisión da presidenta", que tiene facultades para cambiarlo.

Otra consecuencia es anular la incorporación de refuerzos para participar en determinadas actuaciones de la Coral, ya sea por su relevancia o porque se registren bajas como consecuencia de enfermedades u otros motivos.

INFLEXIÓN. Pero lo que califican como "o punto de inflexión que marcaría un antes e un despois e que definiría esta actual época como oscurantista" fue la "trama tecida" para despedir a la directora, con la que la agrupación había logrado alcanzar sus mejores momentos, sostienen. Junto a su prestigio, subrayan su "gran humanismo" y su espíritu de trabajo.

Su destitución fue realizada "dun xeito vergoñento, inxusto e coa marca de persoas desagradecidas e atravesadas, especializadas en mirar por enriba do ombreiro mentres se aproveitan da confianza brindada polos seus compañeiros e tamén por un pobo caldense que paga".

 

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