Un grupo de activistas que el pasado 3 de febrero realizó una protesta en el campeonato de zorro que se disputó en montes de A Estrada y Forcarei denunció ante el Seprona el hallazgo de cuatro perros "encadenados, en estado de inanición, con deshidratación y con llagas" en el monte de la parroquia estradense de Ribela, "entre chatarra y basura", explican.
Los agentes localizaron de inmediato al dueño de los animales, que, según aseguran los denunciantes, argumentó que los acogía porque "aparecían por allí". Apuntan que solo uno tenía microchip, a nombre de un cazador de Asturias.
Con permiso del propietario y ante el beneplácito de los agentes, los animalistas se hicieron cargo de los tres perros que peor estaban. Dos de ellos se recuperan en casas de acogida de Cambados y Vigo y el tercero en la protectora Bai.Senpulgas de Baiona.
El 6 de febrero regresaron para rescatar al cuarto perro, pero se toparon con que ya tenía microchip. Al no poder llevárselo, decidieron hacerle un seguimiento. El 3 de marzo lo hallaron "más aterrorizado y con más garrapatas, pulgas e hipotermia", por lo que presentaron una nueva denuncia. Volvieron de madrugada, pero el perro había sido retirado. Ahora piden al Seprona que lo localice para su custodia.