Los 5.000 euros donados el pasado 5 de septiembre por la familia Paradela Fernández-Nóvoa, en nombre de su hija Lucía, fallecida en marzo a los 31 años, se han repartido en menos de un mes. "E máis que houbera!", reconoce José Manuel Vázquez, responsable de Cáritas Parroquial A Estrada, entidad que gestionó los fondos, destinados a la compra de equipamiento escolar para familias que atraviesan dificultades económicas.
La condición que pusieron los donantes era que las aportaciones se destinaran a ese fin y así ha sido: un total de 25 estudiantes de Primaria, Secundaria y universitarios han recibido cada uno un cheque de 200 euros para sobrellevar mejor el curso que acaba de iniciarse. Hubo casos de familias que percibieron más de una donación, por haber entre sus miembros más de un estudiante que precisaba ayuda para la cobertura de sus gastos, ante las "condicións bastante precarias" en las que se encuentran, según explica Vázquez.
Hubo familias en las que se vio beneficiado más de un miembro y en un par de casos las ayudas fueron para universitarios
Dos de los cheques fueron entregados a universitarios, como complemento a sus becas. Todos los beneficiarios son estradenseses y los hay tanto de la zona rural como de la urbana. Cáritas gestionó las entregas a través de la dirección y de los equipos de Orientación de los centros educativos de la localidad, por ser ellos quienes mejor conocen las necesidades de sus alumnos. Solo uno de ellos declinó la oferta, por considerar que ninguna de las familias de su alumnado precisaba de este apoyo. "Fomos centro por centro informándoos e pedímoslle que nos enviasen ás familias que tivesen unha verdadeira necesidade", apunta el responsable de Cáritas.
Respecto al perfil de demandante, asegura que "hai de todo", pero las más numerosas son "parellas mozas, de entre 30 e 50 anos", si bien "incluso hai vós que están a cargo dos netos". Vázquez agradece la "moi boa acollida que tivemos por parte da dirección dos centros". Esta difusión a través de los colegios e institutos propició que surgiesen usuarios con necesidades en el municipio, más allá de los que habitualmente llaman a las puertas de Cáritas.
INTENCIÓN DE REPETIR. Los Paradela Fernández-Nóvoa y los Fernández-Nóvoa Valladares ofrecieron el donativo como un homenaje a su hija y sobrina fallecida. "Ella lo querría así", explicó el pasado 5 de septiembre su madre en la sede de Cáritas, el día que dio a conocer su ofrecimiento. Entonces ya aludieron a su intención de repetirlo el próximo curso.
Cáritas Parroquial A Estrada agradece la iniciativa "y buena disposición para ayudar de los donantes, así como la "buena aceptación y valoración" de los centros educativos de la localidad que colaboraron.
