Un hematoma en la cara y un esguince de tobillo son dos consecuencias del puñetazo propinado al portavoz del grupo municipal del BNG en el Concello de Caldas de Reis, Manuel Fariña. El autor de la agresión es un "coñecido construtor", cuyo domicilio se encuentra en un municipio de la comarca, al que el edil optó por no identificar, pendiente de las instrucciones que reciba del abogado que llevará la causa abierta a raíz de la denuncia presentada en el Cuartel de la Guardia Civil, indicó desde el Hospital de Montecelo, donde se encontraba a primera hora de la tarde de ayer.
El agresor, al que Fariña identificó como el responsable de un vertido ilegal en la parroquia de Saiar, se presentó en su casa en torno a las 11.30 horas y le pidió que lo acompañase hasta el lugar donde se encuentra, que está situado cerca de su domicilio. Durante el corto viaje lo amenazó en varias ocasiones, y cuando llegaron al destino le dio un puñetazo en la cara "que me tumbou no chan", afirma.
"Eu non lle respondín porque non procedía", agrega. El empresario abandonó el lugar. El edil señala que llamó a la Policía Local, (los agentes conocen el emplazamiento del vertido) y al 112, que acudieron enseguida, y fue trasladado a Pontevedra. Manuel Fariña apunta que la Guardia Civil también se puso en contacto con él para informarle detalladamente de los pasos que debía seguir para presentar la denuncia.
No fue este jueves la primera ocasión en la que el constructor se presentó en la vivienda del concelleiro, situada en Saiar. Manuel Fariña señaló que hace unos días visitó su domicilio, y lo hizo después de que el BNG de Caldas de Reis hubiese publicado en su Facebook una denuncia ante lo que considera una actividad ilegal.
Los nacionalistas adoptaron esta decisión tras comprobar en la Casa Consistorial -y sorprendidos ante el descubrimiento, reconoce- que el constructor intentó legalizar el vertido como si de un movimiento de tierras se tratase. "Entón, díxenlle que se estaba convencido de que tiña todos os permisos, non tiña mais que tramitalos", expone.
El BNG había exigido la eliminación del vertido en una nota que hizo pública el día 28 de febrero, en la que denunció que varias toneladas de escombros están depositadas en una pista forestal del lugar de Cardín (Saiar). Los vecinos ya habían advertido del paso de camiones de gran tonelaje durante el año 2019, provocando notables destrozos en un vial que no está diseñado para este tipo de vehículos.
Manuel Fariña apuntó entonces que la situación ya había sido puesta en conocimiento de la Policía Local para que practique las diligencias oportunas, además de lamentar la actitud del Goberno local "que non fixo absolutamente nada e está a tramitar un expediente de movemento de terras con que, previsiblemente, se pretende tapar esta desfeita e deixar todo igual".
El regidor caldense le deseó la "pronta recuperación del concelleiro nacionalista, al tiempo que reiteró su rechazo a una forma de proceder que Juan Manuel Rey calificó de «moi grave e totalmente fóra de lugar nunha sociedade democrática e civilizada".
"Queremos transmitir todo o noso ánimo e apoio e poñer en valor a súa coraxe e valentía para traballar en defensa dos intereses veciñais enfocando nel a toda a militancia do BNG e aos nosos representantes nos concellos que ás veces traballan en condicións de moita presión", afirmó Bará.
En algunas ocasiones la proximidad de la montaña impide darse cuenta de sus dimensiones, y es esto lo que parece haber acontecido con el vertido de Saiar. El suceso pone el foco de atención sobre un vertido "de centos de toneladas que pode observarse incluso desde as imaxes de Google Maps", señalo el BNG. Fuentes municipales indican que el empresario podría haber estado realizando una actuación que no estaba amparada por la licencia que le fue concedida.