Aplicar las mismas bonificaciones que la AP-9 en la AP-53 costaría al Gobierno estatal 3,2 millones de euros al año. Así se desprendía del estudio realizado por la Xunta de Galicia y promovido por los alcaldes de los concellos del tramo de la autopista que va de Santiago a Ourense y que el Gobierno gallego envió al estatal con la esperanza de que el ejecutivo de Pedro Sánchez incluyese la propuesta en los Presupuestos de este año. Sin embargo, esta petición no ha sido aceptada y los usuarios de la autopista más cara de Galicia se quedarán, al menos de momento, sin la rebaja que llevan años demandando.
El alcalde, José Crespo, se mostró optimista y aseguró que si Núñez Feijóo llega a presidente de España, pedirá el traspaso del vial a la Xunta y la condonación de los 60 millones de euros a la concesionaria, Acega.
