El 10 de octubre de 2019 marcó la historia de la familia estradense Neira Iglesias. Ese día el matrimonio y sus dos hijos lo perdieron todo. Un virulento incendio arrasó su vivienda y el taller anexo, dejándolos con lo puesto. De inmediato se sucedieron las muestras de solidaridad y apoyo de vecinos y conocidos. Los primeros iniciaron una campaña de recaudación de fondos y en los últimos días surgieron también otras iniciativas similares de ámbito más particular. Este miércoles, el Concello anunció la apertura de una cuenta bancaria a través de Cáritas Parroquial para que toda persona interesada pueda aportar su grano de arena.
Los ingresos pueden hacerse en persona en una oficina de Abanca, o por transferencia, indicando en el concepto "Axuda familia Neira Iglesias de Berres". El número de cuenta es: IBAN ES50 2080 5031 2030 4004 0630. Estará abierta durante unos dos meses. A partir de entonces "faremos a entrega do recadado e cancelarémola", explicó el responsable de Cáritas Parroquial A Estrada, José Manuel Vázquez, en una rueda de prensa junto a otra compañera del colectivo; el alcalde, José López; y el padre de familia afectado, Manuel Neira Ferro.
Neira acepta "calquera posto de traballo, sexa do que sexa"
"Aparte disto, se eles o necesitan, podemos axudalos en calquera outra cousa", añadió Vázquez dirigiéndose a Neira. Éste, conteniendo las lágrimas, explicó que intenta "tirar para adiante pola familia", pero reconoció que "eu só non dou arrancado", dijo antes de agradecer la ayuda de vecinos y Concello "porque sei que se están volcando". El regidor admitió sentirse "orgulloso" por la "solidariedade dun pobo que demostra altura de miras" con los gestos de apoyo a la familia.
UN TRABAJO. Neira es chapista y pintor. Le faltan unos dos años para jubilarse y, tras haber perdido su taller en el incendio, acepta "calquera posto de traballo, sexa do que sexa", dice. Precisamente, un mecánico que acaba de cerrar su taller en A Estrada se puso en contacto con el Concello para ofrecer gratuitamente sus instalaciones y que Neira pueda retomar su actividad.
La familia ha trasladado su residencia a la casa paterna de Neira, propiedad ahora de una hermana. Los estudios técnicos para evaluar la situación en que quedó la vivienda ardida están próximos a rematar.
