La fe conduce a millares de fieles hasta el santuario de O Corpiño

Entre la muchedumbre, una mujer consigue aproximarse a la imagen y frota su móvil con la foto de un familiar en el manto de la virgen

El entorno del templo lalinense volvió a convertirse en el destino de los fieles. PATRICIA FIGUEIRAS
photo_camera El entorno del templo lalinense volvió a convertirse en el destino de los fieles. PATRICIA FIGUEIRAS

Miles gallegos acudieron de nuevo hasta el Santuario dedicado a la Virgen de O Corpiño, situada, a 15 kilómetros de Lalín, movidos por la fe, para liberarse del mal del meigallo, que un mal día se hizo fuerte en sus mentes después de haberle sido traspasado por una mala persona dotada con poderes brujeriles, y que los llevó a padecer enfermedades mentales.

Como sucede desde hace siglos hasta este enclave fueron buscando preferentemente un milagro que aleje a Satanás de sus mentes. Esta misión es la que empujó a buena parte de quienes participaron en los actos litúrgicos, pero no los únicos, ya que el santuario es un lugar al que acceden muchos buscando remedios para males diversos, porque Nuestra Señora de O Corpiño es abogada para todo.

El entorno del templo lalinense volvió a convertirse en el destino de los fieles. PATRICIA FIGUEIRAS (3)

Cuenta la leyenda que a mediados del siglo VII había un ermitaño muy devoto de la Virgen que tenía de fama de santo y vivía en una cueva situada en el del monte Carrío. Un día, los vecinos de este ermitaño encontraron su cuerpo incorrupto entre unos matorrales próximos, y tal hallazgo fue el motivo por que fue levantada una capilla en el lugar donde lo hallaron. Pero las invasiones protagonizadas moros y cristianos obligaron a los promotores de esta iniciativa a abandonar el lugar y, con el paso del tiempo, la capilla acabó por venirse abajo.

Pero un giro del destino rescató aquella actuación del olvido. Corría el siglo XII cuando unos niños que guardaban ganado cerca comprobaron, sorprendidos y asustados, que el cielo se nublaba repentinamente y quedaba completamente cubierto.

El miedo los llevó a refugiarse entre los restos de la capilla. Y, nada más entrar en este lugar, fueron cegados por una inesperada claridad. Inmediatamente, se les apareció la Virgen con un ramo de flores en la mano derecha. Las apariciones se repitieron hasta hacerse conocidas en toda la comarca, y este fue el motivo que empujó a la construcción del santuario dedicado a Nuestra Señora de O Corpiño.

El entorno del templo lalinense volvió a convertirse en el destino de los fieles. PATRICIA FIGUEIRAS (2)

Desde entonces, miles de fieles depositan en ella su esperanza de liberarse de enfermedades mentales y participan en todo un ceremonial que comienza en el momento en el que emprenden su viaje hasta este lugar, donde se concentran miles de personas que hacen largas colas para comprar exvotos de cera, collares, postales, escapularios y los más variados objetos, que tienen un denominador común, el protagonismo de Nuestra Señora de O Corpiño.

Pueden verse escenas de una potente fuerza dramática en medio de un ambiente caracterizado por la devoción. El emplazamiento donde esta situado el templo es de una gran amplitud y es frecuente la presencia de devotos dando vueltas de rodillas alrededor de la iglesia, poner la reliquia de la santa en la cabeza, ofrecer exvotos, vestir hábitos y hacerse un hueco, abriéndose paso para tocarla. Una mujer lo consigue y aproxima su teléfono móvil, en el que puede verse la foto de un familiar, hasta tocar el manto de la virgen.

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