Una fiesta asada a fuego lento

134 porquiños para cerca de 3.000 comensales es el balance de la trigésima edición del 'Porquiño á brasa de Amil', siempre fiel a la tradición

SOLO las mejores fiestas perduran en el tiempo y el Porquiño á brasa de Amil (Moraña) sin duda lo es. Este año ha celebrado su trigésima edición y para celebrarlo han querido ser fieles a su esencia. Porque tal y como apuntan desde la Asociación Gastronómica Cultural de Amil (encargada de organizar el evento): "O noso obxectivo non é traer cada ano a máis xente, senón facer cada ano unha festa mellor".

Festa do Porquiño á brasa. RAFA FARIÑALas cifras, eso sí, son dignas de destacar igualmente: cerca de 3.000 personas se congregaron este domingo en la carballeira que rodea el Santuario de la Virgen de los Milagros de Amil para degustar 134 porquiños asados a fuego lento desde las 4.00 horas de la mañana. Un madrugón para los organizadores, pero no para el público, que comenzó a llegar en torno al mediodía y a las 14.00 estaban ya sentados y preparados para degustar este manjar.

Comensales venidos desde Ferrol, A Coruña, Rianxo e incluso desde Pamplona disfrutaron (previa reserva) de sus respectivos lotes en los que se incluían, aparte del porquiño, también empanada, vino tinto, agua, pan, bica, café y la bebida por excelencia de cualquier fiesta gallega que se precie: el aguardiente.

20190825_RafaFari_i1-29La organización, siempre atenta, no quiere que sus invitados sufran de indigestión y es por ello que a partir de las 17.00 iniciaron un torneo de juegos tradicionales (zancos, rueda, sacos y el juego del pañuelo) que transcurrió a la par que las actuaciones musicales a cargo del grupo de baile y música tradicional Seixebra de Moraña. ¿Qué más se puede pedir?

El balance que hace la Asociación Gastronómica Cultural de Amil es "moi positivo", aunque recalcan que "dentro de lo esperado". Del otro lado, los rostros de satisfacción de los comensales hablaban por sí solos y daban cuenta de su alegría. La mayoría de ellos son repetidores, tal y como constatan desde la organización: "O 70% da xente son asiduos e veñen tódolos anos". Este año, cuando la fiesta gastronómica por excelencia de Moraña celebra su 30 aniversario, no podía ser menos.

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