Henrique Bazal: "As bestas van baixar ben; recuperaron unha barbaridade"

A menos de un mes para la celebración de la Rapa das Bestas de Sabucedo, la organización asegura que los équidos están "fortes e brillantes", tras recuperarse de la falta de agua y pasto

La Asociación Rapa das Bestas hace un seguimiento continuo de las reses en el monte. JOSÉ RAMÓN MOIRE
photo_camera La Asociación Rapa das Bestas hace un seguimiento continuo de las reses en el monte. JOSÉ RAMÓN MOIRE

Sabucedo hace la cuenta atrás para la celebración de su tradicional Rapa das Bestas, del 6 al 9 de julio, y apura los preparativos para que los équidos que participarán en los tres curros previstos lo hagan en las mejores condiciones posibles. Tras meses duros, primero debido a la fuerte sequía que les dejó sin agua y sin pasto en el monte ya desde septiembre y, después, a causa de las lluvias, la nieve y el frío del invierno, los équidos "estanse recuperando porque viñeron uns poucos días de sol e choiva e empezan a ter bastante comida", explica el presidente de la Asociación Rapa das Bestas, Henrique Bazal.

La organización confía en poder reunir unas 250 reses para su ancestral cita, cifra similar a la de la anterior edición. "Van baixar ben; véselles fortes e brillantes. Recuperaron unha barbaridade", señala Bazal. Entre ellas, esperan contar en el curro con alrededor de la mitad de los ejemplares (del total de un centenar) que moran en la zona de A Planzadoira, desde donde hace años que no bajan a Sabucedo. Se trata de un monte lejano con mucha pendiente a donde la organización ya se ha acercado en las últimas semanas y volverá el próximo sábado para tratar de acercar a los animales.

UNAS OCHENTA BAJAS. "Foi un ano meteoroloxicamente moi duro" para las bestas, comenta Bazal. A falta de la elaboración de un censo, estima que han perdido "unhas oitenta cabezas", sobre todo potros jóvenes, cuyas madres se fueron quedando sin leche por falta de comida, y ejemplares más viejos, "porque non son capaces de comer o toxo duro", el poco alimento que quedó en el monte.

La Asociación Rapa das Bestas trabajó especialmente durante el último mes de mayo y hasta hace una semana en el desbroce de unas 40 hectáreas en el área de O Cádavo, Cabeiro, Chan de Lamas e Insuela, habilitando espacios donde las bestas puedan buscar refugio para quedarse y no bajen a las aldeas en busca de comida y agua, como aconteció en los últimos meses, con los consiguientes problemas que genera tanto para el colectivo como para los vecinos, en cuyas fincas irrumpen los caballos. Fueron trabajos financiados por el propio colectivo, que no descarta realizar más limpiezas.

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