JUAN MANUEL Rey cumplió el pasado mes de junio 25 años como miembro de la corporación muni-cipal de Caldas y ayer celebró los 14 años al frente del concello de la villa termal. El regidor recuerda su llegada a la política: "Fue una petición expresa del anterior alcalde, con el que me unía una amistad desde que éramos niños".
Aterrizó en 1995 y en el 2006 le tocó hacerse cargo de la alcaldía.
En diciembre de ese año lo dejó José María Tobío. Los compañeros entendieron que yo era la persona que podía hacer ese papel y lo asumí con mucha ilusión.
¿Notó el cambio?
Mi nivel de compromiso ya era mucho con anterioridad. No distingo entre ser concejal o alcalde en ese sentido. La ilusión y el compromiso deben ser los mismos.
"Soy una persona dialogantey facilito que se llegue a acuerdos porque los pactos son enriquecedores"
En minoría las legislaturas se hacen muy complicadas.
Soy una persona dialogante y abierta al consenso. Facilito que se llegue a acuerdos porque los pactos son enriquecedores. Te obligan a medir más las decisiones. Cuan-do tienes un apoyo mayor se hace todo un poco más fácil. Pero uno tiene que ser consciente de que ni la mayoría fue tan grande, ni las minorías escasas.
¿Cómo se lleva con la oposición?
Las relaciones son correctas, den-tro de lo razonable. No es jauja, pero tampoco hay motivos de queja. El PP hace oposición a casi todo, aunque en algún momento puntual ofrece ese lado más abier-to a poder llegar a algún acuerdo.
¿Cómo lo lleva su familia?
Mi familia es ejemplar. Mi mujer, mis hijos y mi madre siempre aceptaron la dedicación que tengo, aunque afecte a planes familiares. Soy afortunado en ese sentido.
¿Ha cambiado mucho la política en estos 25 años?
No sabría decir si para mejor o peor, pero claramente hay un cambio, igual que en la sociedad. Ahora los vecinos piden servicios de más calidad. Por ejemplo, en el año 95 el departamento de Servizios Sociales no era potente y hoy lo es. En cambio, Urbanismo tenía un potencial altísimo y en estos momentos ya no tiene tanto.
¿En qué cambio Caldas de Reis?
La reforma urbana es una eviden-cia. Mañana -por hoy- inaugura-mos una escuela de música, segu-ramente la mejor de la provincia. Gran parte del rural está saneado. La dinámica cultural es innega-ble. Y luego el Camino de Santia-go, que pasó de no tener apenas importancia a ser un elemento central. Son cosas que van trans-formando a Caldas en un pueblo singular.
¿Cómo es la relación con las otras administraciones?
Con la Diputación es inmejorable. Un trato muy cercano. Nuestras peticiones son atendidas y resuel-tas. Con la Xunta pasa lo contra-rio. Los proyectos pequeños se van sacando, pero lo sustancioso no. Por ejemplo, el centro médico o el saneamiento que a otros concellos sí se les concede.
¿Caldas goza de buena salud financiera?
Estamos en una situación económica óptima. Sin deuda. Cerra-mos el ejercicio con superávit. Hay cierto margen y podemos hacer un significativo número de obras.
¿Proyectos de futuro?
El principal es el Centro Médico. También la finca de Fenosa. Luego está la última fase del tema de las pozas, que verá la luz en primavera. Por otra parte, queremos concretar el gran saneamiento ac-tuando en las parroquias que estaban pendientes. Y ese proyecto de iluminación que va a suponer un gran ahorro energético y que cuenta en su vertiente artística con la iluminación de los dos puentes y la Iglesia de Santa María.
Un mensaje a los vecinos.
Felicitarles por la Navidad y por el buen comportamiento con el que afrontaron la pandemia, así como por el trabajo para ornamentar las calles en estas fechas. Nunca hubo una respuesta tan grande. Estoy muy orgulloso.
