La Guardia Civil se incautó de una partida de algo más de 1.000 litros de orujo que se estaba comercializando de forma fraudulenta en el municipio de Valga, sin ningún tipo de precintas fiscales. La actuación, llevada a cabo por la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de Pontevedra, tuvo su origen en una inspección rutinaria realizada en una bodega del municipio para comprobar el cumplimiento de la normativa sanitaria y fiscal de la mercancía dispuesta para la venta. La patrulla localizó entonces en un habitáculo anexo a la bodega un alambique de 400 litros y varios recipientes, en su mayoría depósitos de plástico, que contenían un total de 1.174 litros de distintos orujos.
Según se pudo constatar, los orujos carecían de las preceptivas precintas fiscales y la persona responsable de la bodega tampoco pudo acreditar el Código de Actividad y Establecimiento con el que se debería identificar la actividad desarrollada en relación con los impuestos especiales de fabricación y, además, también carecía de autorización para la destilación y utilización del alambique. Como consecuencia de las irregularidades detectadas se instruyeron dos actas-denuncia por sendas infracciones administrativas.
Tanto el orujo como el alambique quedó inmovilizado cautelarmente en la bodega a disposición de la Agencia Estatal Tributaria, que es la autoridad administrativa competente en la materia. Se trata de una de las incautaciones de orujo más importantes, por su cantidad, que se llevó a cabo en Galicia durante los últimos años.
