Kaldarte vuelve a llenar las calles de Caldas con obras artísticas irreverentes y reivindicativas

Pancartas, bolas de basura y alfombras "submarinas" contribuyen a difundir el mensaje crítico ►La organización busca en esta edición "acercar el arte al seno social" y tomar posición

Paseo inaugural de Kaldarte GONZALO GARCÍA
photo_camera Paseo inaugural de Kaldarte. GONZALO GARCÍA

La nueva edición de Kaldarte ya cubre las calles de Caldas con obras de arte efímero que, bajo el irónico título de De#Posiciones, buscan "que la localidad se convierta en contenedor de objetos artísticos y perdurables". Para ello no se ha dudado en recurrir a la reivindicación a través de la cultura. Así lo expresó el viernes el comisario de la exposición, Juan José Fuertes Alegría, durante el paseo inaugural con el que se dieron a conocer al público las propuestas de los artistas este año.

Al acto acudió gran parte de la corporación municipal, encabezada por el alcalde Juan Manuel Rey y la concelleira de Cultura, María López Buceta. También todos los artistas que participaron en el proyecto. El más prolífico de ellos, sin duda, el asturiano Juan Díaz-Faes. Es el artífice de varias de las obras que, tal y como él ha declarado, surgieron tras su requisito de "vivir el pueblo para desarrollar una obra ad-hoc ". Es decir, crear algo específico para el municipio que acoge esta innovadora iniciativa desde 1998.

Como resultado de ello, se le han ocurrido propuestas tan irreverentes como meter una alfombra en el lavadero de la calle Carlos García Bayón para "hacer sentir más cómodos a sus usuarios", retratar a los caldenses a través de 200 figuras geométricas expuestas en la calle Porto do Río, o tunear uno de los vehículos municipales con coloridas conchas (en referencia al Camino de Santiago) y ubicarlo junto a las célebres palmeras de la villa.

Precisamente en este último emplazamiento los visitantes se encontrarán también con una gran bola llena de residuos que lleva rodando varios días y que ahora se halla encadenada a uno de los árboles. Sus creadoras son el Grupo Covas y a través de ella buscan concienciar a la sociedad de la necesidad de proteger el medio ambiente y, al mismo tiempo, hacer una crítica velada hacia el Concello por la falta de papeleras en las calles del municipio.

Otro proyecto participativo es el de la italiana Mónica Mura, quien tras retratar a las mujeres caldenses y darles voz a través del hashtag #EllasCuentanCaldas, ha ubicado una urna junto a la iglesia de Santo Tomás para que todas aquellas que lo deseen narren su testimonio personal desde una óptica femenina.

Igualmente destacables son las obras de Marcos Cobelo (una reinterpretación crítica de la bandera europea en los muros de la Plaza de Abastos) o Juan Pérez Agirregoikoa. A este último se deben las cuatro pancartas que cubren la calle Real invitando a sus viandantes a asistir a ficticias conferencias de cuatro políticos neoliberales: Milton Friedman, Nicolas Sarkozy, José María Aznar y Thomas Hobbes. Una de esas propuestas que generan polémica.

Todas estas piezas buscan formar parte de la cotidianidad de la villa y contribuir a asentar en sus habitantes un espíritu crítico hacia el mundo. Pero, mientras eso llega, Joaquín Jara y la islandesa Björt Rúnnardóttir ofrecieron anoche un recital en el río Bermaña lleno de simbolismo. La corriente se llevó sus versos, pero su espíritu sigue a contracorriente.

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