La lluvia no desluce en Lalín la recreación más tradicional de la matanza del cerdo

Numerosos curiosos se dieron cita en la parroquia de Moneixas para disfrutar de un evento que en 2019 cumplirá los 20 años de existencia

La matinal del domingo estuvo marcada por la lluvia y el frío. Sin embargo, las desapacibles condiciones meteorológicas no impidieron que el aroma a cocido se siga expandiendo por el municipio de Lalín, que sigue celebrando por todo lo alto el mes dedicado a tan preciado manjar. En esta ocasión, tocaba disfrutar de una de las actividades estrella de la programación lúdica: la Matanza Tradicional do Porco, un evento que el próximo año alcanzará los 20 años de existencia y, por lo que parece, lo hará gozando de una salud excelente.

Prueba de ello fueron los numerosos vecinos y visitantes que se dieron cita en las inmediaciones de la casa rectoral de Moneixas. Como ya es habitual, la organización apuesta por mantener el carácter rotatorio del evento, que cada año se desarrolla en localidades diferentes, a fin de implicar a los vecinos en su puesta a punto y promocionar los emplazamientos.

Una de las claves del éxito de la Matanza Tradicional do Porco es la implicación que, cada año, muestran los vecinos. PATRI FIGUEIRAS - LalínAsí, Moneixas cogió el testigo de la parroquia de Bermés. La fiesta, además de ofrecer degustaciones de productos típicos, trata de potenciar y poner en valor fórmulas de vida típicas de tiempos pretéritos, como la recreación del proceso de la matanza del cerdo, una actividad que, si bien cada vez es menos habitual, aún se desarrolla en muchos hogares de Galicia invierno tras invierno. Los participantes en la cita dejaron claro lo importante de una buena puesta en escena, por lo que no dudaron en ataviarse con vestimentas típicas de principios del siglo pasado. La cuelga del animal, el vaciado de vísceras o la salazón, así como el preparado de manjares tan preciados como la zorza o el chorizo, fueron algunos de los trabajos realizados, utilizando un ejemplar ya sacrificado anteriormente, con el objetivo de no herir sensibilidades.

ELOGIOS. A la cita no faltaron diferentes personalidades, incluido el alcalde lalinense, Rafael Cuíña, que no dudó en ensalzar el esfuerzo de los vecinos. "Non teño palabras para agradecer á xente de Moneixas o esforzo realizado", alabó, a la vez que recordó que los participantes dedican muchos días a tener todo a punto.

Pero la importancia de la Matanza Tradicional va más allá del aspecto meramente gastronómico. Buena prueba de ello fue el éxito de la exposición fotográfica que permaneció abierta al público desde las 10.30 horas, de forma paralela al resto de actividades. Un gran número de curiosos no perdieron la oportunidad de conocer la evolución del grupo de gaiteiros Os Dezas de Moneixas. Instátenas de diferentes épocas fueron expuestas para dar a conocer los orígenes del emblemático colectivo, que, además, estrenó una muiñeira compuesta para esta ocasión tan especial.

CARPA MAHOU. Por otro lado, el Gobierno local informa de que la la carpa patrocinada por Mahou, que se instalará para acoger el mercado de la Feira do Cocido, ampliará este año su tamaño, con el objetivo de dar cabida a un mayor número de expositores.

El Concello de Lalín tiene depositadas muchas esperanzas en la edición de la cita gastronómica de este año. No en vano, el evento alcanza los 50 años de existencia y continúa consolidándose como una de las fiestas más importantes de Galicia.

Comentarios