Manuel Cuiña dimitirá si el BNG no se abre a negociar los salarios del Gobierno

El socialista acusa a los nacionalistas de chantaje y de pretender imponer las retribuciones
Rueda de prensa de Manuel Cuiña, este martes, en el Consistorio. DP
photo_camera Rueda de prensa de Manuel Cuiña, este martes, en el Consistorio. DP

El alcalde de Silleda, Manuel Cuiña, anunció este miércoles que dimitirá de su cargo si el BNG no se abre a negociar las retribuciones del nuevo Gobierno. El socialista ha disminuido en tres ocasiones los salarios para tres de los ediles que conforman actualmente el Gobierno municipal. De hecho, la última propuesta es que el propio alcalde y las concejalas Mónica González y Ángela Troitiño cobren exactamente lo mismo que hace cuatro años, ni un euro más. Además, se amortizarían las nóminas que en el antiguo mandato, cuando el PSOE tenía mayoría absoluta, cobraban Klaus Brey y Pilar Peón.

Pero a pesar de haber intentado adaptar las retribuciones del Gobierno local a las exigencias del BNG, los nacionalistas se han cerrado en banda y no se mueven de los 90.000 euros brutos para todos los ediles. Es más, el alcalde asegura que los nacionalistas pretenden decidir ellos a qué consellerías irán destinadas esas partidas, cuando es una competencia que no le corresponde a la oposición.

Las conversaciones mantenidas entre Manuel Cuiña y la líder del BNG, Erea Rey, no llegaron a buen puerto y, tras un último mensaje enviado por el alcalde a la nacionalista para volver a reunirse antes del Pleno de organización, celebrado el pasado martes, el BNG decidió obviarlo y bloquear la asignación de las retribuciones al Gobierno local, que ascendería, tras la última propuesta del regidor, a 108.000 euros brutos.

Rueda de prensa del alcalde de Silleda, ayer, en el Consistorio
Rueda de prensa del alcalde de Silleda, este martes, en el Consistorio

La gota que colmó el vaso llegó a través de un video de los nacionalistas en redes sociales, en el que Erea Rey aseguraba que la propuesta del PSOE había sido "unilateral" y de la cual "non tiñamos constancia", y que "non estábamos negociando", cuando hay mensajes que confirman que Manuel Cuiña se lo habría comunicado a la nacionalista e incluso la instó a mantener un encuentro, una invitación que no obtuvo respuesta. En el video, Erea Rey llega a decir que "non estamos dispostos a entrar en chantaxes".

"O que está sufrindo unha chantaxe é este alcalde", sentenció Cuiña, que defendió que el BNG no está siendo justo con la cantidad límite que establecen a las retribuciones, teniendo en cuenta el progreso económico y poblacional que el municipio trasdezano ha tenido en los últimos años de gobierno socialista y, sobre todo, teniendo en cuenta la carga de trabajo a la que se enfrentan día a día los concejales.

Manuel Cuiña, durante una rueda de prensa celebrada en la Casa Consistorial para dar cuenta del estado actual de las negociaciones, recordó que desde el minuto 1 entabló conversación con los ediles nacionalistas para conformar un gobierno bipartito, una propuesta que el BNG rechazó. Con todo, los nacionalistas se abstuvieron en el Pleno de investidura y, para ello, presentaron al regidor un documento con seis demandas "básicas" que consideran que deben guiar la acción política más urgente. 

En primer lugar, en cuanto a la política de contrataciones de obras y servicios, el BNG solicita que se convoque, cuando menos, a todas las empresas locales que puedan ofertarlos, de modo que todas puedan beneficiarse en igualdad de condiciones.

Pide, además, que se garantice el acceso de todos los ediles a la documentación presentada en el Rexistro municipal, junto a las actas de las Xuntas de Goberno y los decretos de la Alcaldía. 

El BNG apuesta también por rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), así como mantener el carácter municipal del Servizo de Axuda no Fogar (SAF).

En cuanto al vertedero de Campomarzo, solicita a Manuel Cuiña que se paralice su reapertura.

Por último, demanda al ejecutivo que rechace los proyectos eólicos "que se prevé atravesen Silleda e rematen en Carboeiro". 

Con respecto a estos seis puntos demandados por el BNG silledense, Manuel Cuiña se comprometió con todos ellos, alguno de los cuales ya eran parte de la estrategia del Gobierno local.

Tras la negociación de este documento, que el BNG consideró imprescindible para apoyar el Gobierno de Manuel Cuiña, las conversaciones saltaron al tema económico y, tras consensuar las subidas de las retribuciones a los ediles por asistencia a plenos (pasarán de 90 a 150 euros), a xuntas de goberno (de 140 a 150 euros) y a comisiones de gobierno (de 70 a 90 euros), y las asignaciones a los partidos políticos (incremento que beneficiará en 1.000 euros al año al BNG, 700 al PSOE y 300 al PP), las negociaciones se bloquearon en las retribuciones del equipo de Gobierno, a pesar de que Manuel Cuiña llegó a cambiar en tres ocasiones su propuesta, de un total de 151.000 a 108.000 euros brutos para los tres ediles, cobrando los tres concejales con dedicación lo mismo que hace cuatro años, amortizando por completo los salarios que cobrabran en el mandato anterior Klaus Brey y Pilar Peón.

En esta tesitura, el alcalde anuncia que si el BNG vuelve a bloquear la asignación de retribuciones, que se volverán a debatir el próximo miércoles, a las 11.00 horas, dimitirá de su cargo, ya que "eu non vou a aceptar ningunha chantaxe" que tienen como objetivo, considera, acabar "con este Goberno".

"Levaremos o mesmo salario e o de unha persoa eventual", precisó Cuiña, que aseguró que está dispuesto a sentarse con los nacionalistas en cualquier momento para retomar las negociaciones.

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