El próximo 28 de marzo Diego Bibián e Isabel Balo tenían previsto formalizar, después de ocho años, su relación y darse mutuamente el sí quiero en el altar de la iglesia parroquial de Olives, en A Estrada. Tras ocho años de relación, la pareja, él de la capital de la comarca de Tabeirós-Terra de Montes y ella de Silleda, vivirían el que sería quizás el día más importante de sus vidas. Sin embargo, la irrupción del coronavirus en España truncó todos sus planes.
Así, el pasado sábado, tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la declaración del estado de alarma, tanto Diego como Isabel recibieron la llamada de la iglesia y del restaurante O Pote de Vila de Cruces, informando de que lamentablemente la celebración no podría celebrarse en la fecha que tenían prevista.
También de las tiendas en las que habían adquirido el traje para la ceremonia. "Chamáronme o sábado para que fora a polo traxe, xa que despois ían cerrar", cuenta Diego. Pero el de Isabel se quedó en el comercio y no podrá ser entregado hasta que todo vuelva a la normalidad.
BODA FAMILIAR. En cuanto al número de invitados, la cancelación de la boda no le supuso a la pareja muchos quebraderos de cabeza, ya que decidieron limitar las invitaciones al ámbito familiar y solo asistirían a la cita 14 personas.
Sin embargo, el viaje de la luna de miel a Sevilla previsto tras la boda (del 30 de marzo al 5 de abril) todavía está en el aire. Y es que a pesar de las circunstancias, ni la agencia de viajes con la que contrataron el servicio, ni el hotel y compañía aérea responsable del traslado -Ryanair- han movido ficha y no han alertado a la pareja de la cancelación de sus servicios. "Se non nos cancelan a viaxe da lúa de mel perderemos os cartos dos billetes de avión", advierte Diego, ya que de verse obligados a anularla ellos, el seguro no cubriría en este caso el reintegro de los billetes de ida y vuelta. Por ello, continúan a la espera de recibir información.
Por el cambio de fecha del evento no tendrán problema, ya que Diego es autónomo e Isabel trabaja en un supermercado, por lo que estos días se ha visto incluso incrementada su carga de trabajo.
Y se casarán "cando pase isto, non temos fecha fixa porque non sabemos canto vai durar", comenta.
