Un parque que nace con 'malas pulgas'

Vecinos se oponen a la creación del área de esparcimiento canino que proyecta el Concello de Lalín

La pancarta de protesta y, a la derecha, la finca donde se prevé instalar el área para perros. B.P.
photo_camera La pancarta de protesta y, a la derecha, la finca donde se prevé instalar el área para perros. B.P.

"Quedará pegado ó edificio e no verán será unha peste. Xa agora non recollen os excrementos e, despois, cantos máis haberá?". Quien así se pronuncia es uno de los vecinos de la confluencia de las calles Otero Pedrayo y Fonte Sanguiña, en Lalín, que están en pie de guerra contra la intención del Concello de instalar un parque canino en la zona.

El proyecto está aprobado y adjudicado y el Gobierno local tiene intención de seguir adelante, pues considera que es la ubicación idónea para que los dueños de canes que viven en el casco urbano puedan llevarlos para jugar y dar sus paseos. Por su parte, los contrarios a esta localización advierten de que "se hai que chegar a tomar medidas legais, tomarémolas" para evitar su instalación. No obstante, piden al Gobierno local "que recapacite" y respete lo aprobado en el último Pleno, celebrado a finales de diciembre, en el que el PP presentó una moción para solicitar la retirada del proyecto, propuesta que fue apoyada por el edil no adscrito y ante la que el Grupo de Gobierno se abstuvo.

Los vecinos están molestos porque, según dicen, la edila de Medio Ambiente, Celia Alonso, no los escuchó. Argumentan que anunció la aprobación del proyecto en prensa sin antes reunirse con ellos. Empezaron a recoger firmas en contra del parque y entregaron "máis de cen" en el Concello. El pasado sábado, colocaron una pancarta de protesta que apareció retirada el domingo a primera hora. La han repuesto, esta vez colgada de la fachada del edificio que hace esquina, y no cesan en su empeño.

Por su parte, el Gobierno local defiende que esa es ya una zona frecuentada por perros y que lo que se hará con el parque es ordenar un espacio, que estará vallado para que "os animais poidan estar soltos durante un tempo e non molestar a ninguén". Dice también que, si en seis meses los vecinos siguen viendo problemas, retirarán el vallado, pero no la zona de esparcimiento.

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