Con las maletas prácticamente en la puerta, Abanca ha corregido su posición y no cerrará la sucursal bancaria del concello de Portas. Eso sí, reducirá el servicio de atención a dos días a la semana.
La noticia de que la única sucursal bancaria de este pequeño municipio pontevedrés bajaría la verja definitivamente el próximo 22 de septiembre, obligando así a los portenses a desplazarse más de diez kilómetros para ir a la oficina de Caldas, provocó un gran malestar en una población en la que más del 50% pertenece a la tercera edad, ocasionándoles más que una simple molestia.
La respuesta de la ciudadanía no se hizo esperar, y decenas de personas, amparadas por el Gobierno local y por su alcalde, Ricardo Martínez, salieron a la calle para protestar por algo que consideraban injusto y que trastocaría el día a día de muchos de los portenses. Asimismo, el exalcalde Roberto Vázquez, junto con el vecino Manuel Becerra González se encadenaron a las puertas de la sucursal durante tres largos días para evitar el cierre de un servicio esencial para la población de Portas.
Todos estos actos han dado sus frutos y Abanca, a pesar de que ya tenía anunciada la fecha del cierre, el 22 de septiembre, ha corregido su posición y ha decidido que abrirá dos días a la semana, los martes y los viernes, en horario ininterrumpido de 8:15 a 14:15 horas.
El alcalde, Ricardo Martínez, explicó que la población ha recibido esta noticia "con expectación", aunque reconoce que "sempre queremos máis". "Isto non é o ideal, porque o ideal sería que abrise todos os días", apunta el mandatario, que añade que "menos que nada, é algo bo. Todo depende de onde partimos". "Polo menos quédanos un servicio de Abanca no concello", dice.
Por otra parte, explica que el cómputo total de horas de servicio al público se asemeja al que habrá hasta el día 22, momento en el que cambie la apertura de la sucursal a sólo dos días a la semana, ya que actualmente la atención está limitada hasta las once de la mañana, mientras que ahora en Portas se atenderá a la ciudadanía hasta el momento del cierre, a las 14:15 horas.
El alcalde comunicó de inmediato a los portavoces de los distintos grupos municipales la noticia, la cual la Corporación acoge con cautela. Espera que esto sirva no solo para conservar los servicios bancarios en el municipio sino para consolidarlos en el tiempo y con nuevas operativas en función de las necesidades de los vecinos y vecinas y del tejido empresarial del municipio.
Por su parte, el exregidor Roberto Portas ve esta marcha atrás de Abanca como un logro de la presión que tanto él como todos los vecinos realizaron para intentar por todos los medios que la sucursal no echara el cierre en el concello. Insiste en que su actuación fue por y para todos los vecinos y vecinas, la mayoría gente mayor, destaca, que necesitan este servicio.
Vázquez asegura que con su encadenamiento, que tuvo una gran repercusión mediática, pone punto y final a sus protestas, ya que recibe de buen agrado la apertura de la oficina dos veces a la semana. Eso sí, advierte que estará vigilante porque "o único que me importa é o benestar de todos os veciños do concello".
