Sin fisuras y por unanimidad, los componentes de la Corporación municipal de Portas aprobaron, en un Pleno extraordinario celebrado ayer, un manifiesto articulado en diez puntos en el que reclaman la continuidad de la oficina bancaria y acusan a Abanca de cometer "un ataque contra os nosos maiores" con el cierre programado para el día 22 de sus instalaciones en A Rapeira.
Ante Abanca, la Xunta, el Gobierno central y el Banco de España, el Concello hará patente su "malestar e rexeitamento de esta decisión inxustificada", advirtiéndoles de las "consecuencias económicas e sociais negativas para os clientes e usuarios".
También responsabilizan los concelleiros del municipio de Portas al banco de cometer un "ataque contra os dereitos dos nosos maiores, vítimas da fenda tecnolóxica e abandonados á súa sorte á hora de cobrar as pensións ou atender as súas xestións".
ALTERNATIVAS. El Goberno local cuenta con el respaldo que le otorgó la Corporación con la finalidad de que busque "calquera alternativa que permita recuperar o servizo, a través doutra entidade financeira, un asesor bancario ou fórmula similar".
Paralelamente, hace pública su determinación de retirar de Abanca todos sus fondos, para abrir nuevas cuentas en la entidad que, en el futuro, se instale en el municipio.
El equipo presidido por el alcalde, Ricardo Martínez, será el encargado de coordinar "tódalas accións necesarias de mobilización social para expresar o rotundo desacordo da nosa sociedade coa medida".
Esta decisión se concretará con una manifestación o concentración, cuya fecha todavía no está fijada. Inicialmente, se planteó la posibilidad de que tenga lugar el día 11, con la finalidad de que no interfiera con la temporada de la vendimia, y teniendo en cuenta la que estableció Abanca para echar el cierre.
Y no será la única, porque este miércoles está prevista la instalación de pancartas y el pegado de carteles informativos en la fachada principal de la Casa Consistorial, la de Abanca y la circunvalación, entre otros lugares.
La Corporación también acordó "decretar un día de loito e de reivindicación oficial polo peche de Abanca no momento en que se efectúe a clausura da oficina bancaria" e instar a la Xunta "para que actúe como garante dos concellos rurais e poida esixir ante as administracións do Estado que lexislen para velar polo mantemento de servizos básicos, estando entre eles as oficinas bancarias para que non deixen de prestar os seus servizos á veciñanza".
Todos los grupos coincidieron en resaltar la reivindicación de que las administraciones públicas adopten medidas "que favorezan o asentamento da poboación e a forma de vida rural no noso país", y consideran que una alternativa sería "impedir ás entidades financeiras deixar sen servizos bancarios presenciais ao mundo rural".
