La Rapa atraviesa una situación "crítica": "En dous anos non teremos bestas para o curro"

La falta de pasto en el monte por los escasos medios para desbroza y los ataques del lobo merman la cabaña de Sabucedo

El caballo encontrado muerto con un tiro en Vilarchán el martes CEDIDA
photo_camera El caballo encontrado muerto con un tiro en Vilarchán el martes. CEDIDA

«Hai pouca auga e pouco alimento; está todo moi queimado e xa se nutren só de toxo». Así describe el presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo, Henrique Bazal, la situación de los montes en los que habitan sus "bestas" recién inaugurado el otoño. Esto hace que, una vez más, los animales bajen a las fincas y núcleos de población en busca de comida. Y, con ello, vuelven a repetirse escenas como la descubierta el pasado martes, cuando una "besta" fue hallada «con un tiro», muerta al lado de la carretera, en Vilarchán (Quireza), en el término municipal de Cerdedo-Cotobade.

«O que temos que facer é limpar o monte para que as bestas non baixen, pero hai que implicarse todos. O monte é moi grande e non é só noso. Aquí debería estar a Consellería, pero a realidade é que non temos noticias dela», lamenta refiriéndose al compromiso del departamento autonómico de Medio Rural de colaborar en las labores de desbroce y acondicionamiento de los parajes en los que habitan los animales de la Rapa. Bazal admite que en las condiciones en las que está actualmente el monte «é imposible controlar» a los caballos, porque «baixan por todas partes». Hace tan solo unos días recogieron cuatro animales en Xubrei. El colectivo señala que hay «bastante intolerancia» con esta problemática e insiste en que los ganaderos deberían tener cerradas sus fincas si quieren preservarlas de la entrada de algún otro animal.

A ello hay que sumar la presión que el lobo ejerce sobre las cabañas, que no pueden huir debido a la gran densidad de maleza existente. El pasado martes, Rapa das Bestas avisó al 012 del hallazgo de otras dos potras muertas por ataque del cánido. «Estamos nunha situación absolutamente crítica», reconoce su presidente.

Y con la cabaña mermada, peligra la continuidad de la fiesta de interés turístico internacional que cada mes de julio se celebra en la localidad estradense. «A este ritmo descendería tanto a cabana que sería complicado facer unha Rapa con garantías. Se seguimos así, en dous anos non teremos bestas para a Rapa», afirma Bazal. Y da un dato esclarecedor: en 2002 bajaron al curro más de 600 caballos. En la última edición, hace tres meses, tan solo 250.

CONTRA LOS EÓLICOS. Otra de las batallas que ahora lidia Rapa das Bestas es el proyecto de implantación del parque eólico Pico Touriñán, contra el que ha presentado un recurso de alzada, al entender que afectaría a áreas de campeo de algunas manadas y que los animales se verían obligados a desplazarse a otras zonas por las molestias que, estima, les causarían los aerogeneradores. El proyecto del parque, previsto en terrenos de A Estrada, Cerdedo-Cotobade y Campo Lameiro, también será alegado ante la Consellería de Economía, Emprego e Industria, por el Concello estradense, que prepara con los técnicos municipales el escrito en el mismo sentido en que lo hizo Rapa das Bestas.

«Pedímoslle que se impliquen para que os cabalos sigan onde están», explica Bazal, que lamenta que quienes amparan el proyecto «non teñen a máis mínima sensibilidade». Solo contemplan, dice, un estudio de impacto turístico, en el que se especifica que los días de celebración de la Rapa las zanjas que pudiesen abrirse para la infraestructura tendrán que taparse ante el riesgo de caída cuando se realice la bajada del monte.

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