Los aficionados al senderismo contarán con una nueva alternativa antes de que llegue el verano. Se trata de una senda que unirá las cascadas de A Barosa, en el municipio de Barro, con la situada en Segade de Arriba (Caldas de Reis).
Actualmente se están realizando los últimos trabajos de acondicionamiento en algunos puntos del itinerario. La señalización que orientará a quienes lo recorran, además de informarles de los lugares de interés, ya está lista y será instalada a continuación.
El Gobierno local de Caldas de Reis es el impulsor de la iniciativa, en la que, además de los concellos de Barro y Portas, también participa la Deputación Provincial. Su alcalde, Juan Manuel Rey, señaló que la senda podría estar lista cuando finalice la primavera y subrayó que, además de promover la divulgación del conocimiento de nuevos territorios, también contribuirá a que se incremente el número de caminantes que visitan la Fábrica da Luz.
Javier Piñeiro, que fue el asesor del Concello en la creación de la ruta entre Caldas de Reis y la cascada de Segade de Arriba, señala que uno de los puntos de partida del nuevo itinerario estará situado en el área recreativa de A Barosa, en una zona situada en lo alto del monte, donde los senderistas podrán contemplar el valle.
Poco después de que quede atrás Barro, una señal indicará el punto donde se encuentra A pedra dos tres curas, un petroglifo que está situado en la confluencia de tres concellos: Caldas de Reis, Moraña y Portas.
Ya en el municipio termal, podrá verse el Val do Salnés y la parroquia de Tivo, y después llegará el momento de realizar una bajada, cuyo punto final será Arcos da Condesa. En esta localidad está señalada una visita a la fábrica de campanas de la familia Ocampo y, a continuación, les espera una subida a los caminantes, para dirigirse hasta una bodega.
Con la Nacional 550 a la vista, al igual que la parroquia de Santa María, el itinerario discurre por un tramo en descenso que conduce hasta las orillas del río Umia, donde enlazará con la ruta de la Fábrica da Luz. El recorrido tiene una distancia de 14 kilómetros. Javier Piñeiro indicó que su dificultad es media, por lo que será accesible para aficionados de todas las edades.
Juan Manuel Rey precisó que serán instaladas alrededor de 80 señales, y agregó que se reunirá en breve con los alcaldes de Barro y Portas, José Manuel Abraldes y Víctor Estévez, respectivamente, en la Deputación, para concretar los últimos detalles de esta iniciativa, que financian las tres administraciones locales con el apoyo de la provincial. En el encuentro también está prevista la presencia del presidente de la Entidade Local Menor de Arcos da Condesa, Jacobo Pérez.
Javier Piñeiro señaló que una vez que la conexión entre las dos cascadas sea una realidad, el siguiente objetivo que podría plantearse es comunicar A Barosa con O Pontillón do Castro, y agregó que la principal dificultad para lograrlo estriba en el cruce de la carretera entre Porráns y Moraña.
Los concellos de Barro y Pontevedra hicieron público su deseo de crear una senda para caminantes y ciclistas y de poner en marcha campañas para promocionarla, pero el anuncio, que fue realizado en el mes de marzo de 2016, no se convirtió en realidad hasta la fecha, agregó Piñeiro.
