Todo listo en la carballeira de Caldas para dar la bienvenida al Portamérica

La ampliación de la zona gastronómica y la sostenibilidad, nuevas apuestas de esta edición

Pórtico de entrada al recinto del festival. JUAN SALGADO MIRANDA
photo_camera Pórtico de entrada al recinto del festival. JUAN SALGADO MIRANDA

A solo un día de abrir las puertas al público, el festival musical Portamérica ultima los detalles en el increíble lugar que acogerá su octava edición: la carballeira de Caldas de Reis. Desde hace semanas, los operarios trabajan sin descanso para que todo esté perfecto y los miles de asistentes previstos puedan centrarse únicamente en disfrutar durante los próximos días 4, 5 y 6 de julio.

Se trata del tercer año que la organización opta por este enclave y no hay duda de que los datos avalan su elección, puesto que en 2018 los asistentes superaron las 21.000 personas y cualquier crítica medioambiental quedó disipada gracias a una eficaz campaña de sostenibilidad que este año tiene su continuación. Sobre esto último, desde la organización tienen claro que el impacto del festival no debe afectar al ecosistema: "Los montajes intentan integrarse con los árboles e incluso algunos de ellos están dentro de los escenarios. Los abrazamos y rodeamos, pero procuramos que al final del festival estén intactos o incluso mejor, si es posible".

Para avanzar en este sentido, anuncian que pondrán en marcha una iniciativa que implica directamente a los artistas y cocineros invitados mediante la fabricación de "casitas para pájaros y murciélagos" y "un hotel para insectos" que, "una vez finalizado el festival, ubicaremos en distintos lugares de la carballeira". Lo llamativo es que serán los propios artistas y cocineros quienes fabriquen y pinten dichos objetos.

Junto a la sostenibilidad, la gastronomía también se ha convertido progresivamente en uno de los pilares del Portamérica y este año gozará de mayor espacio físico en lo que se conoce como ShowRocking. Es ahí donde los 35 chefs comisionados por Pepe Solla elaborarán sus menús y, mano a mano con ellos, los comensales disfrutarán de una superficie ampliada para degustar con comodidad de los platos y gozar de un momento de desconexión .

"La programación gastronómica es todo un éxito y su acogida corre paralela e incluso por delante de la propia programación musical. Es una parte enfocada sobre todo hacia el público más adulto, aunque cada vez tiene más acogida entre los jóvenes", afirman los organizadores.

En definitiva, gente de todas las edades abarrotará las calles de la villa termal durante estos próximos días dispuesta a disfrutar de la experiencia inolvidable que, año tras año, ofrece el festival Portamérica.

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