Una vecina de Moraña pide un bomba de insulina para controlar su diabetes

Rocío Campos Vázquez dice sentirse sorprendida ante el argumento, usado para negarle su petición, de que tiene un puesto de trabajo en el que se desenvuelve con normalidad
Rocío Campos vive en Moraña. CEDIDA
photo_camera Rocío Campos vive en Moraña. CEDIDA

Que no cumple los requisitos, no está capacitada, tiene un puesto de trabajo en el que se desenvuelve sin problemas o la pregunta de que "para qué quiero un trasto colgando?" son las respuestas recibidas por una mujer de Moraña que sufre diabetes a su solicitud de contar con una bomba, realizada en el Hospital Montecelo de Pontevedra.

Se llama Rocío Campos Vázquez, tiene 42 años, vive en Moraña y argumenta que desde hace nueve años el problema se le agudizó. Anteriormente, indica que permaneció durante tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos y dos semanas hospitalizada.

Argumenta que practica deporte (senderismo), y esta actividad le ayuda a mantener la estabilidad, pero no impide que su nivel de ansiedad sea alto, y sostiene que la bomba le permitiría estabilizarse y evitar situaciones como sufrir una bajada de azúcar, cuando se encontraba lejos de su domicilio, y verse en la necesidad de solicitar ayuda a un vecino.

Rocío Campos explica que contar con una bomba supondría mejorar su calidad de vida, porque llevaría un control más estricto de los pinchazos para inyectarse la insulina.

Pero todas sus peticiones cayeron en saco roto hasta la fecha, y advierte de que el problema que arrastra se está agudizando por las dificultades que tiene para conseguir citas con el médico de Moraña, y también con el especialista en Pontevedra.

A esto se suma una atención que no considera correcta, y así lo indicó en varias reclamaciones realizadas ante el Sergas. "A doutora, sabendo que teño a diabete descontrolada, só me ofrece a posibilidade de traballar nun turno. Non me gustou o trato recibido", expuso en septiembre del año 2018 refiriéndose al Servizo de Endocrinoloxía.

"No seu informe, o facultativo infórmanos de que en todo momento tivo a intención de dispensarlle un trato correcto. Lamentan que a súa percepción no fose satisfactoria e preséntanlle as súas desculpas, no caso de que a súa atención lle causase unha molestia", respondió el Sergas.

Son más de una decena las quejas presentadas por Rocío Campos hasta la fecha, y ante la falta de solución, anunció que está estudiando la posibilidad de acudir a la vía jurídica para que atiendan una petición que considera justificada.

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