Tenía orden de comiso de todos los perros (al menos once), pero solo accedió a entregar cuatro, aquellos a los que se le atribuye el grave ataque a una octogenaria el pasado mes de agosto.
El dueño de los canes, vecino de Trabadela, en la parroquia estradense de Ribela, recibió este jueves la notificación en su domicilio por parte de un técnico de la Consellería de Medio Ambiente, que se personó para ejecutar dicha orden.
Junto a él, acudieron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, así como el teniente de alcalde y edil de Medio Ambiente, Juan Constenla, y personal del Centro de Acollida e Protección de Animais (CAAN), que, en base al convenio que tiene suscrito con el Concello, se encargará de custodiar los perros.
Esta retirada es una medida cautelar "en aras de garantizar la seguridad y la salud pública y el bienestar animal", según explican fuentes de la Consellería.
