...y Cuíña hijo se lo devolvió

José Crespo recupera el bastón de mando que en 1990 le entregó Xosé Cuíña, padre de quien se lo arrebató hace cuatro años ▶ "Din que nunca hai segundas partes boas: eu intentarei demostar que pode haber unha excepción que cumpre a regra", dijo el regidor

Rafael Cuíña felicita a José Crespo nada más ser éste investido. B. P.
photo_camera Rafael Cuíña felicita a José Crespo nada más ser éste investido. B. P.

Ante un Salón de Plenos que se quedó pequeño para albergar a tanto público y con las lágrimas a punto de brotarle por la emoción, José Crespo prometió y juró ayer su cargo de concejal y, minutos más tarde, alrededor de las 12.20 horas, fue proclamado alcalde de Lalín. Once votos a favor, nueve para la candidatura del exregidor Rafael Cuíña y uno en blanco (papeletas que se depositaron en urna) confirmaron la designación del "popular", cuatro años después de perder el bastón de mando, que antes había sostenido durante más de 25 años, y que había tomado del progenitor del primero, Xosé Cuíña. "Cuíña padre se lo dio, Cuíña hijo se lo quitó", tituló este Diario la crónica de la investidura de Rafael Cuíña en 2015. Este sábado, éste se lo devolvió.

Fue el líder de CxL uno de los primeros en levantarse para estrecharle la mano a Crespo y felicitarlo. A continuación, el ya nuevo alcalde tuvo que esperar unos segundos a que rematasen los sonoros aplausos que recibió del resto de la Corporación y del público, entre el que se encontraba el presidente provincial del partido, Alfonso Rueda, para, de nuevo, poner la mano en la Constitución y jurar y prometer su cargo como mandatario. Lo hizo frente al secretario municipal y a dos de sus ediles, Marisa Álvarez y Avelino Souto, que constituyeron la mesa de edad, como la concejala con más años y el más joven, respectivamente.

El discurso de investidura se celebró en el "hall" del Concello. Allí esperaban a Crespo, entre otros muchos, sus padres, que acudieron por primera vez a una investidura de su hijo (la de este sábado fue la octava como alcalde); el conselleiro de Cultura y miembro de la lista "popular", Román Rodríguez; y el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís. Crespo empezó citando una frase de Fray Luis de León: "Dicebamus hesterna die" ("como decíamos ayer"). "Que o pobo de Lalín me rehabilitase despois de catro anos na oposición é unha satisfacción moi forte. Quero centrar esta exposición en dar as gracias. Xa tocará de falar de política noutros foros", continuó para agradecer el apoyo de su familia, de su candidatura y "ó pobo de Lalín esta segunda oportunidade", con la que dijo, "espero non decepcionarvos". "Din que nunca hai segundas partes boas; eu intentarei demostrar que pode haber unha excepción que cumpre a regra". De hecho,un día después de la victoria en las urnas, aseguró que será mejor alcalde de lo que fue.

TRASPASO "EXEMPLAR". El regidor reconoció que el tiempo que pasó en la posición fue «unha ensinanza marabillosa, pero dura e moi proveitosa, que estou convencido de que nos pode facer corrixir erros do pasado, que pode ser moi beneficioso para Lalín», de cara a afrontar su nuevo mandato.

"Máis que cen días de gracia, pídovos colaboración e comprensión para este gran reto de cumprir o que prometemos", señaló a los vecinos presentes. "Tamén quero buscar a mellor sintonía coa oposición", de la que dijo, hizo un traspaso de poderes "exemplar", por lo que señaló que "espero que sexa máis o que nos une que o que nos separa", dejando atrás los continuos desencuentros que protagonizaron en los últimos cuatro años, con cruce de querellas incluido.

Crespo recoge un Concello con deuda cero y con alrededor de 8,8 millones de euros en caja.

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