Finalmente, para gran pesar de los senadores del PP, Catalunya no tendrá el dominio de internet .ct, que lo equipararía en la red a un estado independiente. El Congreso rechazó una enmienda a la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información, que al igual que la del canon, venía bendecida desde la Cámara Alta con los votos 'populares', aunque esta vez, sí que fue por una equivocación.
Una votación surrealista
Aunque quedó como asunto menor, después del revuelo que creó el canon digital, la votación del dominio catalán tuvo su momento surrealista. El PP quería que Catalunya no tuviera el .ct, y votó 'No'. Iniciativa per Catalunya, que sí que quería dominio propio, votó 'Sí'. Los dos se confundieron.
Porque el dominio .ct ya venía incluido en la LISI desde el trabajo de la Comisión. El PSOE quiso evitar esta concesión y propuso eliminarla en el Senado. Así que la verdadera pregunta que tenían que contestar sus señorías era en realidad ¿Desea usted eliminar el artículo que dice que Catalunya debe tener un dominio de dos letras? O algo similar. Finalmente en el Congreso se impuso la lógica de cada formación, y todos votaron correctamente, para desilusión de los catalanes.
Dos letras, para los países
Los dominios de primer nivel sólo se les conceden a lugares incluidos en la lista ISO 3166-1, que suenen ser estados (por ejemplo, el .es para España), u otras ubicaciones geográficas especiales por estar aisladas de su Estado, como Groenlandia (.gl), o las United States Minor Outlying Islands (es decir, las islas de EE.UU. que quedan dónde Cristo dio las siete voces, que llevan el dominio .um). De hecho, España tiene pedidos dos dominios de este tipo: .ic para las Canarias y .ea para Ceuta y Melilla.
Aún en caso de que el Congreso dejara pasar una moción favorable a un dominio de dos letras, este sería sólo el primero paso, pues la n> sólo comprometía al Gobierno a realizar la propuesta a la ICANN, que es el organismo que concede y regula los dominios del mundo. El proceso para conseguir un dominio de primero nivel pode llegar a ser muy largo, como bien sabemos por desgracia en Galicia.
Catalunya no será una nación virtual
