No todos los participantes de Xuventude Galiza Net tuvieron que conseguir a su invitación a costa de ser los más rápidos en los 30 segundos siguientes a la apertura del plazo de inscripción. Como el año pasado, desde la Vicepresidencia de la Xunta reservan algunos equipos para invitados. Esta vez, además de la visita ya habitual de personas de la tercera edad, siempre con ganas de aprender más sobre las nuevas tecnologías, se planteó una zona para las personas con discapacidad.
En un lateral de la sala, para que puedan salir cómodamente las sillas de ruedas, estan sus ordenadores. Aunque eso tiene algunos inconvenientes, como que en las esquinas se conoce a menos gente que en el centro de la sala.
Sin embargo, los invitados coinciden en que la fiesta informática de Compostela los ha sorprendido, sobre todo por la afluencia masiva de gente. En estas mesas, la 'mula' es la indiscutible reina. En uno de los puestos, Avelino aprovecha para descargar música. Va de clásico, porque dí que le gusta la "gitanada", es decir, la más flamenca. Dice que está encantado de estar aquí, sobre todo porque es una forma de pasar un fin de semana distino "hace mucho frío para ir de copeteo", sonríe.
A su lado, Héctor navega y descarga juegos. Está acostumbrado a 'fedellar' con los ordenadores, y de hecho, tiene un sobremesa y un portátil en casa. Su software P2P muestra una lista en la que la música lucha con los juegos por llegar antes a su disco duro. Dice que prefiere "los de coches", aunque se acuerda de las preferencias de alguno amigo a la hora de elegir lo que descarga. Héctor comenta que llegaron aquí el sábado por la mañana, y se irán el domingo con el resto de los participantes.
Ganas de volver
Cuando le preguntas si vendrá el año que viene, la respuesta es de un afirmativo inequívoco. Lo mismo que afirmó antes Avelino y que dice Cristina, que se encuentra sentada frente la ellos con su novio, Basilio. Él fue quien le metió la ella el 'vicio' de los ordenadores, y ella consiguió que los dos pudiesen venir juntos a Xuventude Galiza Net.
Además del increíble ambiente que se respira, entre 1.500 apasionados de la informática, Cristina se queda con lo menos habitual del encuentro, con el dirigible de cerca de 3 metros que sobrevuela la sala mirándolo todo con su cámara. Cristina pasa su tiempo navegando por la web, y no deja de mirar de reojo las páginas del horóscopo. Basilio, en cambio, comparte sofware, aprovechando el ancho de banda del que dispone su equipo.
Los cuatro vinieron de Vigo y los cuatro afirman que a ser posible, el año que viene repetirán. Por la expresión de su cara cuando se les pregunta, seguramente por falta de ganas seguro que no queda.
