Una lluvia de estrellas podrá verse esta madrugada

El calendario astronómico de 2012 se estrena esta próxima madrugada con una peculiar lluvia de estrellas, las cuadrántidas, cuyo pico de intensidad coincide este año con el amanecer español.

El pronóstico meteorológico para España, tiempo estable y cielos pocos nubosos, permitirá seguir la precipitación celeste a los más madrugadores.

El astrónomo Pere Planesas, del Observatorio Nacional, explicó a EFE que, aunque el periodo de observación de estos meteoroides es de casi diez días, entre el 28 de diciembre y el 7 de enero, el pico de intensidad varía cada año y en esta ocasión coincide con un favorable periodo de penumbra.

La luna, que estará tres cuartas partes crecida, aunque ya baja antes del alba, y las luces de la ciudad son los principales impedimentos para seguir este espectáculo natural que debe poder verse a simple vista, mejor en zonas rurales o de alta montaña.

La frecuencia de la caída libre de estas partículas celestes varía entre los 60 y 150 meteoros por hora, máximo que se espera esta noche.

La diferencia en las precipitaciones la marcan, según Planesas, perturbaciones gravitatorias de Júpiter y su origen, aunque aún en discusión, parece ser la atomización de un asteroide, restos de un cometa ya sin cola, que se deshace paulatinamente por el calentamiento del sol.

Aunque el asteroide o cometa haya pasado hace siglos, sus partículas siguen desplazándose en una órbita con la que la Tierra se cruza anualmente. La lluvia de estrellas se registra cada vez que se coincide con esas suspensiones espaciales, que se incendian por la fricción con el aire que genera su propia velocidad ante la atracción de un cuerpo mayor.

Las cuadrántidas, precisó el científico, que recomendó su atento seguimiento, por divertimento y por profesión, "siempre traen sorpresas", como los bólidos, cuerpos más brillantes y de mayor tamaño que suelen estallar en diferentes pedazos de materia cósmica incandescente. Si alguno llega a la superficie terrestre, se denomina meteorito.

Se conocen desde 1820, cuando se registró por primera vez su aparición en el firmamento y toman su nombre de la línea imaginaria que se trazó para determinar su origen y coincidía con la antigua constelación Quadrans Muralis, hoy extinta.

A lo largo del año, además de las cuadrántidas, se observan las lyridas, en abril; las eta acuáridas, en mayo; las delta acuáridas, en julio; las perséidas, en agosto (las más numerosas y conocidas); las oriónidas, en octubre; las táuridas del Sur, en noviembre; las leónidas, en noviembre; las gemínidas, en diciembre y las ursidas, en diciembre.

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