La almeja alcanza precios "históricos" en la subasta de la Lonxa de Campelo

Los cifras pagadas por la japónica triplicaron las conseguidas en la Navidad del año pasado, dejando atónitos a los propios mariscadores
Subasta de bivalvos celebrada en la lonja poiense. JAVIER CERVERA - MERCADILLO
photo_camera Subasta de bivalvos celebrada en la lonja poiense. JAVIER CERVERA - MERCADILLO

Históricos. Así pueden definirse los precios alcanzados estos días en la subasta de bivalvos celebrada en la Lonxa de Campelo. Y es que el pasado lunes la almeja japónica (la más abundante en el fondo de la ría pontevedresa) rondó los 30 euros por kilo, una cifra nunca antes alcanzada y que ha dejado atónitos a los propios mariscadores.

De hecho, tal y como recordó el patrón mayor de la cofradía de Raxó, Iago Tomé, aunque en la temporada de Navidad las cotizaciones suelen ser altas, hasta el momento no se había llegado a estos niveles. "O ano pasado polo Nadal a xapónica pagarase a oito euros por quilo, e este ano vai a máis do triple", apuntó. También la almeja fina cotizó como pocas veces lo hace (en el caso de la recogida en los bancos de Poio, la de tipo extra, es decir, la de mayor tamaño, rozó el lunes los 70 euros por kilo; la de talla intermedia (A) se acercó a 52 euros y la más pequeña (la B) llegó a 43.

Este martes los precios ya habían bajado un poco, aunque continuaron siendo elevados: la japónica osciló entre 21 y casi 24 euros por kilo dependiendo del tamaño y de la playa de procedencia; y la fina de Poio superó ligeramente los 50, los 43 y los 37 euros, en escala de mayor a menor talla.

Para aprovechar estos buenos precios y también para recuperar las jornadas de trabajo perdidas por culpa del episodio de biotoxinas surgido a principios de diciembre, las agrupaciones sectoriales de marisqueo a pie han ampliado temporalmente las cuotas de almeja que puede recoger cada mariscador.

 Este mes, cada trabajador tiene la posibilidad de extraer diariamente 15 kilos de almeja japónica y dos de fina, cuando en temporada normal las cantidades estaban fijadas en nueve y dos kilos, respectivamente (si se extraía solo uno de fina se podían recoger once de japónica y si las capturas se limitaban únicamente a esta segunda especie, el límite eran 14 kilos).

"Cos prezos que está tendo a mercancía decidiuse ampliar un pouco as cuotas este mes para que a xente poida gañar un pouco máis, xa que se perderon varios días de traballo por culpa da toxina", indicó Tomé.

Las cofradías de mariscadores no saben a qué se debe esta subida tan significativa en los precios, pues, en palabras del patrón mayor de Raxó, "os compradores que están vindo estes días á subasta son os mesmos que veñen todo o ano e tampouco deixou de haber ameixa de fóra que deixara á nosa sen competencia. Segue vindo de Portugal e de Italia. Ao mellor algo menos de cantidade, pero tamén a hai no mercado, así que non nos explicamos por que a de aquí se está pagando tan ben".

Según Tomé, no solo la almeja esá alcanzando buenos precios en lonja. Esta tendencia positiva está afectando también a otros tipos de marisco. "Este ano vai pasar á historia non solo polo maldito coronavirus, senón tamén polos prezos do marisco", bromeó el responsable del pósito de San Gregorio.

Según señaló, estas cotizaciones tan elevadas también tienen su parte negativa, porque provocan que estos productos no estén al alcance de todos los bolsillos, sobre todo cuando la crisis provocada por la Covid-19 ha dejado tras de sí tantos ertes y un nivel de desempleo tan elevado.

"Quen compra un quilo de ameixa se na lonxa se paga así?", preguntó Iago Tomé.

Sea como sea, los mariscadores están aprovechando estas jornadas para resarcirse de otras temporadas mucho menos provechosas para ellos. Para esta semana las agrupaciones sectoriales fijaron cuatro días de trabajo (de lunes a jueves, ya que el viernes es festivo por ser 1 de enero).

En lo que respecta a las zonas de faena, ayer acudieron a Combarro y a Lourizán y para hoy está previsto que trabajen en el banco de O Ameixal (en Lourido).

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