Solo tres días después de la campaña de limpieza que una veintena de voluntarios del colectivo ecologista Vaipolorío protagonizaron en un tramo del río Gafos, el mismo cauce a su paso por la parroquia de Marcón fue ayer objeto de dos sucesos medioambientales.
De una parte, el atasco de una alcantarilla provocó un fuerte vertido tóxico en el regato de Pintos que acabó con la vida de decenas de peces, además de teñir el río de elementos químicos blanquecinos que provocaron la muerte de los peces en muy pocos minutos y durante varias horas.
Instantes después de que los portavoces de Vaipolorío denunciasen el caso y acudiesen al lugar para comprobar lo sucedido, en otro tramo del Gafos apareció flotando un colchón que tuvo que ser arrojado a pocos metros de donde quedó varado en medio del agua.
En las sucesivas campañas de limpieza del río –este año está desarrollándose la vigésima–, la organización ecologista viene observado una evolución positiva de la concienciación ciudadana y una mejora de la calidad del agua del Gafos, de donde hasta hace menos de tres años se venían recogiendo cerca de 160 kilos de basura durante cada jornada de limpieza organizada.
Sucesos como el de ayer, a juicio de los portavoces de Vaipolorío, tienen que servir para que los ciudadanos presten una mayor atención a los daños que se puede ocasionar en la fauna de este torrente pontevedrés y en la calidad de sus aguas. "Es un problema de todos que tenemos que resolver entre todos", indicaron.
