Los habitantes del Concello de Barro ya no tendrán que desplazarse fuera del municipio cuando sientan la necesidad de refrescarse en los días calurosos de verano, pues este viernes se inauguró su piscina municipal, que cumple una de las demandas históricas de la vecindad de esta localidad. Las instalaciones cuentan con dos piscinas, una de ellas de 250 metros cuadrados de lámina de agua, dotada de una rampa para hacerla accesible a personas con movilidad reducida, y otra pensada para los más pequeños, con 48 metros cuadrados de superficie.
Las instalaciones cuentan con dos piscinas, una de ellas accesible a personas con movilidad reducida
Junto a ellas se ha acondicionado un edificio para albergar servicios como cafetería, vestuarios o locales destinados a los socorristas y el almacén. El alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes, señaló este viernes que "esta piscina será un espazo de convivencia. Crear este tipo de espazos paga a pena porque conseguimos que a xente sexa feliz". El hecho de haber acabado las obras de este equipamiento una vez empezado el verano ha obligado al Concello a ponerlo en funcionamiento sin ajustar el reglamento de uso en cuanto a horarios de apertura y al control de acceso. Estos aspectos podrán modificarse en el futuro tras haber tenido ya experiencia en funcionamiento, según informa el concello.
Por su parte, la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, recordó en la visita inaugural que "todas as persoas da provincia, vivan onde vivan, teñen dereito a ter todos os servizos e todos os equipamentos. E a Deputación o que fai é garantilo porque é a súa obriga facelo". El proyecto se financió dentro del Plan de Reequilibrio provincial, dotado con 286.790,97 euros.
