El BNG de Poio ha evitado entrar a aclarar el miércoles si se tomarán medidas, a nivel de formación, tras las recientes actuaciones del PP local, que compareció con ocho fotos de alcalde, tomadas desde el mismo punto en días distintos, para demostrar que presuntamente Luciano Sobral habría participado en encuentros en los que se saltaba la normativa anticovid en las tres últimas semanas. Sobral, que desmintió las acusaciones, llegó a insinuar el martes que se tomarían medidas, no tanto por el hecho del seguimiento del que fue objeto, como "polas insinuacións que fan sobre o PXOM".
La formación municipal, sin embargo, ha decidido dejar en vía muerta toda respuesta, al entender que "o PP, na súa desesperación, parece que esgotou todos os cartuchos e respostar a isto sería darlle munición".
Marga Caldas, responsable de los nacionalistas, explicó, eso sí, que el análisis del BNG solo ha llegado a una conclusión: "por respecto á nosa veciñanza e ás políticas serias que merece o Concello de Poio, imos darlle a esta acción desesperada e persecutoria cara o noso alcalde a consideración que merece: ningunha".
La portavoz del BNG no renunció, sin embargo, a una reflexión, "unha persoa desesperada, e con esta actuación Ángel Moldes demostrou claramente que o está, non pode aspirar a ser alcalde". En contraposición a estos hechos, el grupo municipal del BNG prefiere poner el acento "no traballo e nas políticas acaídas que precisa a pandemia", precisamente, incide "a xente merece un Goberno local serio e afastado de sensacionalismos".
