San Breixo, el patrón de la parroquia de Barro, cabecera del municipio del mismo nombre, volvió a ser el favorito de cientos de vecinos de la comarca de Pontevedra como destino religioso del fin de semana.
El santo, que es uno de los que generan en la zona un mayor número de peregrinajes, contó con todos los elementos que convierten esta fiesta en una de las más importantes del municipio de Barro. De este modo, el buen tiempo propició que todo el entorno del campo de la fiesta se llenase de puestos de mercadillo con todo tipo de productos, para la miniferia que normalmente acompaña a este evento.
A su vez, el entorno de la iglesia de San Breixo contó con varias reuniones familiares y ágapes, del mismo modo que los puestos gastronómicos y de pulpo.
Por último, como también manda la tradición, la principal entrada al recinto se llenó de puestos de rosquilleiras, juguetes, velas de cera y exvotos, así como otros elementos más vinculados a los mercadillos de las fiestas.
Si las distracciones abundaron, la intensidad religiosa también hizo lo propio. De este modo, el recinto religioso, que habitualmente en esta fecha cuenta con una carpa situada en la entrada principal para dar cabida a más fieles, se llenó en varias ocasiones. La celebración de San Breixo no se circunscribe a una única misa, sino que los actos se celebraron cada hora desde las 9.00 de la mañana, con la única excepción de la misa solemne, a las 12.20 horas, que fue seguida de una multitudinaria procesión.
Por la tarde, el recinto recibió a los devotos que preferían horas de menos concentración de público o atender a los actos religiosos sin pasar los rigores de las altas temperaturas del domingo, de modo que se celebraron misas a las 18.00, 19.00 y 20.00 horas. Además de las ofrendas, se volvieron a generar colas en la fuente de la iglesia, en la que los asistentes hicieron acopio del agua a la que se atribuyen las mismas propiedades que a San Breixo, que es abogado del reuma, las dolencias articulares y los dolores de cabeza.
