Como estaba anunciado, este año la celebración de San Cristóbal en Poio contó con más camiones y coches participantes, más familias implicadas en la cena de confraternización y con música para amenizar la despedida del evento.
El día del patrón de los transportistas y taxistas se reforzó con motivo del décimo aniversario de esta cita, que patrocina la Asociación Recreativa San Cristóbal de Poio en colaboración con el Concello.
El acto contó con un inicio religioso, dado que los asistentes acudieron a una misa de tarde, a las 19.00 horas, en la iglesia del Mosteiro de San Xoán.
Tras el acto religioso se celebró la procesión con el santo, inicialmente por el entorno de la plaza, y posteriormente, el patrón fue encaramado al camión en el que recorrió todo el municipio, desde Raxó hasta el puente de A Barca.
Tampoco faltó la bendición de los vehículos, que, de uno en uno, fueron desfilando por delante del párroco, situado en la cabecera de la plaza.
Tras ese emotivo momento, los camiones, coches particulares y taxis partieron para recorrer el término municipal. La caravana se recogió en A Seca, en donde se instaló un gran carpa para la cena de las familias de los socios y de todos los que se animaron a participar en la fiesta.
CARPA EN A SECA. El convite, que se celebró por primera vez fuera de un restaurante, tuvo, como en el caso de la convocatoria religiosa, un marcado tono familiar, ya que la intención de la asociación de transportistas era la de poder compartir con sus allegados la cita festiva.
Al término de la cena, que se prolongó hasta altas horas, todos pudieron participar en una sesión de baile, a cargo del dúo Caché.
