Campo Lameiro despide a don Antonio, párroco de Raxó desde hacía 52 años

El sacerdote, a cargo también de la parroquia poiense de Samieira, se enterró este viernes en su municipio natal
El acto religioso en Santa Mariña de Fragas. GONZALO GARCÍA
photo_camera El acto religioso en Santa Mariña de Fragas. GONZALO GARCÍA

El municipio de Campo Lameiro despidió este sábado al conocido párroco de las parroquias poienses de Raxó y Samieira, don Antonio Fernández Rodríguez, quien, natural de Campo Lameiro, se hizo cargo de ambas parroquias de Poio hasta el final de su vida, el pasado 31 de diciembre.

Vecinos y feligreses lloraron la pérdida del querido párroco, que estaba al frente de la parroquia poiense de Raxó desde hacía 52 años, y de la que comenzó a encargarse en 1968. Además, don Antonio llevaba también la parroquia de Samieira desde hacía años, tras el fallecimiento del antiguo párroco, don Cesáreo y, mientras no fue nombrado un nuevo párroco en Combarro, se encargó brevemente también de esta plaza. Antes de llegar a Raxó, estuvo al frente de la parroquia de Pedre, en Cerdedo-Cotobade. El fallecido párroco de Raxó y Samieira también es recordado por su extensa actividad como profesor de Religión en el IES Sánchez Cantón de Pontevedra, donde impartió clase a varias generaciones.

ACTO RELIGIOSO. Don Antonio fue velado el pasado jueves en el tanatorio de Campo Lameiro y despedido por sus allegados en Santa Mariña de Fragas, donde se celebró el acto religioso, que estuvo presidido por 10 sacerdotes y llenó el actual aforo permitido en el templo debido a la situación sanitaria.

El conocido párroco fallecía a los 83 años de edad, después de arrastrar dolencias durante algún tiempo.

LEGADO. El párroco dejó huella en la comunidad, tras una vida dedicada a la parroquia. Su pasamiento causó hondo pesar entre aquellos que le habían conocido, ya que su trayectoria al frente de las parroquias de Raxó y Samieira, una labor que desarrolló hasta su fallecimiento, le hizo ganarse el reconocimiento de sus feligreses, que el pasado mes de junio de 2018 le ofrecieron un homenaje al cumplir 50 años al frente de Raxó, con el descubrimiento de una placa en su honor, que desde entonces luce en la nueva iglesia parroquial, inaugurada a finales de 2016, y cuya construcción fue uno de los grandes retos para el sacerdote. La puesta a punto del nuevo templo y las últimas grandes reformas de la capilla de San Gregorio son algunas de las actuaciones que impulsó don Antonio, aunque construir una nueva iglesia en la parroquia no fue su única acción. En el lugar que hoy ocupa el nuevo templo, el párroco ya había hecho construir un pequeño anfiteatro, inspirado en el teatro de Epidauro, que don Antonio pudo conocer en un alto en Grecia durante un viaje a Tierra Santa. Sus iniciativas quedarán siempre en la memoria de Poio.

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