César Poza: "Non chego nas mellores circunstancias, pero é onde quero estar"

► El ya alcalde de Vilaboa empieza su andadura en un Gobierno del PSdeG en solitario
► El Pleno aprobó la investidura con seis votos a favor, tres abstenciones y cuatro en contra
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photo_camera El pleno de elección del nuevo alcalde se celebró ayer por la tarde en la Casa da Cultura de Riomaior. RAFA FARIÑA

No hubo sorpresas en el Pleno de Vilaboa. El socialista César Poza es, oficialmente, el nuevo alcalde del municipio. Con los seis votos a favor del PSdeG, tres abstenciones del BNG y cuatro votos en contra del PP, fue investido ayer por la tarde en una cita a la que asistieron varios vecinos, y que se celebró en la Casa da Cultura de Riomaior, precedida por la reciente salida del grupo municipal del BNG vilaboés del Gobierno local, y marcada por su polémico número nueve en la lista. César Poza, que había sido concejal de Educación, Cultura y Deportes, vuelve al Consistorio por la puerta grande, asumiendo el cargo de alcalde con "responsabilidade" y "coa emoción persoal e familiar de ser elexido para un posto dende o que agardo poder traballar a reo na procura do mellor para os meus veciños". Aunque sea en circunstancias adversas. En este sentido, el ya investido alcalde vilaboés dijo ser "ben consciente de que as circunstancias da miña chegada á alcaldía non son as mellores". Sin embargo, aseguró, "chego onde quero estar e, o máis importante, como quero estar".

Con un emotivo discurso, y visiblemente emocionado, Poza comienza una nueva andadura "coas ideas claras, con leccións aprendidas do pasado, traballando xa no presente e deseñando un futuro mellor". Y lo cierto es que, tal y como él mismo aseguró, no empieza de cero, aunque sí en un escenario nada alentador marcado por la pandemia de la Covid-19, una circunstancia que se ha comprometido a afrontar "con enteireza e capacidade resolutiva"


RUPTURA

Vilaboa gana un alcalde y pierde un grupo en la Corporación. No pudo pasarse por alto en el Pleno extraordinario celebrado ayer con motivo de la elección del nuevo alcalde el hecho de que el BNG cierra un capítulo, tal y como reseñó Poza en su discurso, después de haber permanecido en silencio tras los últimos acontecimientos. Ya como alcalde, lamentó "profundamente a decisión dos ata agora socios de Goberno". Por su parte, el BNG creyó oportuno justificar su posición, sobre la que su portavoz, Ornela Fernández, destacó que a pesar de que, con su abstención en el Pleno favorecieron la Alcaldía, "non estamos conformes en como se fixo a xestión da crise institucional, que non consideramos unha crise de partidos". Fernández, quien también recordó la incomodidad generada en el entorno del BNG por la "absorción das nosas competencias", sentenció que, entre el PSdeG y el BNG vilaboés, "a confianza está rota".

La expresión "estafa á veciñanza", tan escuchada en boca del BNG en los últimos días, volvió a repetirse en el Pleno de ayer. Algo que el PSdeG quiso desmentir categóricamente, en palabras del portavoz del partido, José Manuel Piñeiro, quien aseguró sobre la elección del alcalde número nueve en la lista, que "en ningún caso o entendemos como un fraude á cidadanía. Son situacións difíciles de manexar, pero a solución está dentro da normalidade e da normativa".

El gran ausente en el pleno fue el exalcalde Francisco, Kiko, Costa, por motivos laborales. Sí acudió Luis Poceiro para arropar a Poza en el inicio de su nueva andadura, con quien se fundió en un sentido abrazo ya investido como alcalde de Vilaboa.

Precisamente, hacia Costa, Poceiro y Paco Barcala dirigió Poza las últimas palabras de su discurso. "Ninguén entende mellor ca eles que o fundamental é ser un tipo normal".

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