La comarca se toma con calma la prealerta de sequía

Varios embalses de Galicia Costa están por debajo de la ocupación de mayo de 2017, año de la última crisis del agua ► Pontevedra advierte de un incremento del 15% en el consumo respecto a mayo de 2021, proveniente de la mayor demanda de Marín, Bueu y Poio ► La comarca se centra en revisar sus sistemas para evitar pérdidas por fugas y mejorar su capacidad
Punto de captación del Lérez, principal proveedor del sistema de abastecimiento de Pontevedra y la ría. J. CERVERA
photo_camera Punto de captación del Lérez, principal proveedor del sistema de abastecimiento de Pontevedra y la ría. J. CERVERA

A poco más de un mes para que dé inicio la temporada alta de turismo en Galicia y después de un primer semestre en el que no se han alcanzado los estándares de precipitaciones habituales, la Xunta mantiene activada la prealerta por sequía declarada en febrero de este año para toda la cuenca Galicia Costa, de la que dependen los sistemas de abastecimiento de la provincia.

El aviso, que ha llegado ya dos veces en lo que va de año a los concellos gallegos, recuerda que este paso es el primero de los estipulados dentro del Plan de Seca de la demarcación y anima a las entidades municipales a empezar con las primeras medidas de precaución ante la posibilidad -cada vez más real- de que se consoliden las bajas precipitaciones. Sin embargo, los concellos de la comarca y su entorno mantienen la calma ante la situación y no han adoptado medidas concretas y específicas para el ahorro del agua.

En la mayor parte de los encoros los registros están lejos de ser los que provocaron que la última situación de escasez, la crisis de 2017, derivase en la declaración de alerta por sequía, el 2 de octubre de aquel mismo año.

Sin embargo, con la mirada puesta en aquella situación, hay puntos de acaudalamiento que están ya por debajo de lo que tenían acumulado en la misma semana de mayo de 2017. Es el caso del de O Pontillón do Castro, que tiene un 12% menos de agua que en mayo de 2017 (esta semana alcanzó un 84,4% de ocupación, frente al 96,2 de aquel año); del embalse de O Con, del que salen parte de los recursos de Vilagarcía, que está al 37,61% de su capacidad (frente al 55% de mayo de 2017), o de Zamáns, que en aquel año se mantenía en el 100% de su capacidad y permanece en 88,5 en 2022.

En todo caso, el volumen total de los encoros está en el 93,6% frente al 58,74 que se registraba en octubre de 2017, mes en el que Eiras estaba en el 57% de su caudal, Zamáns en el 51% y Vilagarcía en el 13%.

El panorama, con todo, no invita a la relajación, toda vez que los registros de lluvia que podrían haber rebajado la tensión no se han alcanzando en el último mes analizado por la Xunta. Así, el boletín del Informe Climatolóxico del mes de abril de Meteogalicia señala que en Pontevedra fue un mes "normal" en lo referente a los valores climáticos y temperaturas, pero la cantidad de días de lluvia fue bastante baja.

En todo el mes solo se registraron nueve días de lluvia, muy por debajo de la media para las últimas tres décadas (que sitúa en 14 los días que suele haber precipitaciones en abril en Pontevedra, siendo el máximo de la tabla histórica el valor del año 98, con 28 jornadas y el mínimo, precisamente, el de 2017, con dos).

Lo que sí reconocen los concellos en prealerta es que tienen en cuenta el aviso de la Xunta y en que no descartan iniciar las peticiones concretas de ahorro más allá de las genéricas que se realizan año a año y que van encaminadas a adaptarse a las nuevas exigencias de Augas de Galicia en sintonía con la UE. Los grandes concellos de la comarca ya auditan sus pérdidas en los sistemas de abastecimiento y analizan las medidas para favorecer el ahorro en continuo. Los casos van desde el de Pontevedra, en donde recientemente han detectado incrementos en el consumo que están siendo observados con preocupación por el Concello, hasta el de Soutomaior, que renuncia a los baldeos con agua potable.

En Pontevedra, más consumo


Pontevedra es el epicentro del sistema de abastecimiento de la ría (que incluye a Poio, Sanxenxo, Marín y Bueu) y alterna la captación del Lérez con los recursos de O Pontillón. Precisamente, este punto de apoyo del sistema ha pasado a incorporarse, como habitualmente, al abastecimiento este mes, puesto que es un refuerzo del del Lérez. En mayo, la capital ha detectado un incremento con respecto al mismo mes del año anterior del 15%. Ante la duda de qué ha podido suceder se ha comprobado que el consumo de la capital es similar, pero creció la demanda de Bueu, Marín y Poio.

Marín, a la expectativa


Marín es uno de los concellos que carece de Plan da Seca a nivel municipal, a pesar de que su sistema recibe un incremento de demanda del 40% en verano. El Gobierno local es partidario de ir tomando decisiones en función del contexto y la situación (cortar el riego, reducirlo y otras medidas), analizándolo día a día con sus técnicos, pero cuando se declare la alerta por sequía o se detecten variaciones preocupantes en las cifras.

Sanxenxo quiere otro depósito


El Ayuntamiento de Sanxenxo defiende que "siempre es responsable con el consumo del agua" y aplica todo el año medidas que ayuden a reducir el consumo para evitar restricciones que tanto le incomodarían en temporada alta a su principal sector. Apuntan que el nuevo concurso del agua que está a punto de adjudicarse y que contempla un nuevo depósito ( además de los seis que captan agua del Umia y del Lérez) . En verano Sanxenxo triplica su demanda al sistema.

Poio, en renovación


"Actualmente no Concello de Poio non tempos problemas no que a consumo de auga se refire a curto prazo. En todo caso, estaremos pendentes da evolución das condicións meteorolóxicas para estudar medidas no caso de que sexa preciso", indica el edil de área, Gregorio Agís. El Concello planifica una mejora con nuevos colectores y un depósito para evitar pérdidas y asumir con menos limitaciones las situaciones de escasez.

Barro aisló los depósitos


El Concello de Barro es uno de los que están auditando las pérdidas para sumarse a la exigencia de la Xunta de controlar sus abastecimientos. Recientemente realizó una inversión en el aislamiento de sus dos principales depósitos para evitar fugas. También se revisaron las líneas más antiguas de distribución para atajar pérdidas.

Ponte Caldelas usa 3 de sus 26 captaciones


Ponte Caldelas depende de un sistema compuesto por casi una treintena de captaciones y ha comprobado que mantiene a toda la villa con solo tres de las mismas. A mayores, se dispone del punto de abastecimiento en el Verdugo, en el que se toma agua en caso de crisis de abastecimiento. Tampoco se ha recurrido a él.

Vilagarcía tiene Plan de Seca


Vilagarcía cuenta con un plan de emergencias para poner en práctica si la sequía lo exigiese, pero el alcalde, Alberto Varela, señala que, de momento, la situación no es preocupante. El alcalde también recordó que en el último informe elaborado por la Consellería de Infraestruturas su municipio no figura entre los que podrían tener problemas en el suministro a corto plazo.

A un paso de la alerta

Concellos como A Lama Soutomaior o Vilaboa afianzan su gestión del agua con medidas como la instalación de contadores

La prealerta por sequía es el segundo de los cuatro estadios que contiene el Plan de Seca de la Xunta de Galicia, en el que ‘normal’ es el estado habitual de todos los cauces, captaciones, aguas subterráneas y precipitaciones y la alteración a la baja de cualquier combinación de estos registros obliga a decretar prealerta.

El siguiente paso, ‘alerta’, se determina también cuando los índices de seguimiento empeoran sin que haya previsiones de que cambien en breve plazo por efecto de alguno de los factores, como las lluvias o el descenso del consumo. Las medidas, en este caso, son ya de conservación del recurso, con limitaciones de demanda, si es preciso, y de gestión de los cauces para mantener un caudal lo más estable posible. Las circunstancias pueden empeorar, como estuvo a punto de suceder en 2017, en la anterior crisis del agua y para ese caso está la declaración de ‘emergencia’.

Sería el punto en el que se haría necesario tomar medidas extraordinarias tendentes a garantizar un suministro básico. Se trata de soluciones excepcionales como las barajadas en su día de trasvases ante la posibilidad de que encoros como el de Eiras y Zamáns no bastasen para abastecer el sistema de Vigo y que no llegaron a ser necesarias.

Conservación. Los concellos tienen fresca en la memoria la tensión de 2017, aunque, como entonces, están optando por esperar a tener sobre la mesa las cifras del verano. La diferencia, cinco años después, la pueden marcar las nuevas normas que obligan a mejorar en la gestión de los abastecimientos.Augas de Galicia está ayudando con fondos a los grandes concellos a implementar sus propios planes de sequía y recomienda que esta medida la cumplan también los pequeños municipios.

Los pequeños concellos ya están dando tímidos pasos en ese sentido. El de A Lama, por ejemplo, ha puesto el foco en el control del consumo del sistema municipal, que abastece al núcleo urbano. Para ello se están instalando contadores en todas las casas como fase previa a la publicación de una normativa de uso, consumo y, en su caso, sanciones. Se han instalado ya 200 contadores y faltan 70. Se está invirtiendo en esta medida el canon eólico.

En Barro tienen un ejemplo de buena gestión en su piscina municipal. La instalación solo abre en verano, pero el gasto de agua sería enorme si esta se renovase únicamente en ese trimestre, por lo que la instalación tiene un sistema de depuración continua que no se apaga en todo el año. "Dá igual cando a vexas, a piscina ten sempre a auga cristalina", dice el alcalde. De este modo, no es necesario renovar los 350 metros cúbicos de agua anualmente.

En Campo Lameiro preocupa tanto el consumo abusivo de las pequeñas piscinas que está instaurada la publicación de un bando anual para llamar a los vecinos a la moderación. Se hace en julio, indica el concello.

En Vilaboa se ha optado por racionalizar los usos propios de la institución, mientras que en Soutomaior no se harán limpiezas de calles con agua potabilizada en esta temporada.

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