Los comuneros de Vilaboa comprarán parcelas para el futuro tanatorio

La entidad de San Martiño elaborará en 2020 las bases para iniciar el concurso de licitación
Una reunión de los comuneros de Vilaboa. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)
photo_camera Una reunión de los comuneros de Vilaboa. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)

El proyecto para impulsar la construcción del tanatorio de Vilaboa continúa quemando etapas. El pasado domingo tuvo lugar una asamblea ordinaria de la Comunidade de Montes de San Martiño, en la que, precisamente, uno de los asuntos a abordar fue la adquisición de varias parcelas, que serán cedidas para la construcción de estas instalaciones. En principio, la extensión será de unos 2.800 metros cuadrados aproximadamente, si bien los comuneros no descartan la posibilidad de hacerse con más terrenos en caso de que así sea necesario. La propuesta fue aprobada de forma unánime por los 113 socios que tomaron parte en la reunión.

Ahora, el siguiente paso se llevará a cabo en 2020. Será entonces cuando la Comunidade de Montes propondrá la elaboración de las bases para el concurso de adjudicación, al que se podrán presentar las empresas que estén interesadas en acometer la actuación. De esta manera, se continúa con la hoja de ruta marcada a finales del año pasado, cuando empezó a tomar forma la construcción de este tanatorio.

Tal y como recordaron en su día los dirigentes del colectivo, hace prácticamente dos décadas ya se intentó hacer realidad esta obra, pero la permuta de terrenos propuesta entonces fracasó. Ahora, con el PXOM ya aprobado, el proyecto coge un nuevo impulso. La Comunidade de Montes entiende que este servicio es muy necesario, toda vez que en la actualidad los vecinos se vean obligados a desplazarse a otras localidades vecinas, como Soutomaior o Ponte Caldelas, para disponer de esta prestación.

Este no fue el único asunto de interés que se trató en la asamblea del pasado 1 de diciembre. Los dirigentes también dieron cuenta de la plantación de varias especies, realizadas en unos terrenos de 20 hectáreas, en los que previamente solo había eucaliptos. Los trabajos sirvieron para plantar 370 robles americanos, 1.150 castiñeiros micorrizados, más de 17.000 pinos, 420 cedros y más de un millar de secuoyas.

Además, la entidad se desvincula del convenio con la Xunta de la parcela del Lago de Castiñeiras.

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