La comarca de Pontevedra empieza a sentir en sus carnes la "sed" que provoca la sequía prolongada y, si bien los sistemas de abastecimiento más fuertes están soportando la presión de la escasez, las traídas y sistemas de menor dimensión ya están inmersos de lleno en las restricciones. Es el caso de la Comunidade de Augas de Valiñas, en Barro.
Se trata de un sistema que abastece a unas 50 familias y que depende de manantiales situados en el monte. Es habitual que esta comunidad, aún sin estar en un año con bajas precipitaciones, tenga que echar mano de medidas restrictivas. Lo que no es frecuente es que, como este año, hayan entrado en agosto con cierres del abastecimiento y que la falta de capacidad de recuperación haya llevado a decidir cerrar totalmente el mismo.
El responsable de esta comunidad de aguas, Manuel Carballa, explicó que "pechei a auga por última vez o sábado e a este paso non abrirei ata o domingo. O normal é pechar e que vaia recuperando pola noite, e posteriormente, simplemente co que non se gastaba nos días de peche, se enchía de novo, pero agora xa nin iso sucede", explica después de comprobar, como día a día y pese a estar cerrado a todo consumo, el sistema apenas recupera unos centímetros al día.
Las familias de Valiñas, acostumbradas a las limitaciones frecuentes, cuentan con pozos o sistemas complementarios. "Hai catro ou cinco que dependen únicamente deste sistema e o que fan é encher algún tanque que teñen na súa casa, previo aviso meu, para ir repartindo o tempo que dure o corte", explica el responsable de esta comunidad de aguas.
La situación de Valiñas es la más preocupante de Barro en donde el sistema municipal aguanta el tirón, aunque hace ya unas semanas que el Concello difundió un bando prohibiendo regar, rellenar piscinas, lavar coches y otros usos para empezar a ahorrar de cara a un panorama que fuentes municipales consideran que hai "pouca esperanza" de que las lluvias permitan que se recupere la normalidad.
Barro se mantiene en la misma línea que otros concellos de la comarca: Bueu, Marín, Sanxenxo y Poio insistieron este miércoles en lo mismo que se está diciendo en las últimas jornadas: no se van a adoptar medidas nuevas de ahorro del suministro, pero se vigilará que se cumplan las restricciones que ya se han comunicado a la ciudadanía en semanas anteriores.