Cuando el PP gobernó gracias a Sobral

Abstensión decisiva en Poio ►En 1987, el popular Armando Couselo y el independiente Emilio Rey Fonseca obtuvieron siete concelleiros. Tanto el BNG, liderado ya entonces por el actual alcalde, como el PSOE votaron por sí mismos, lo que facilitó el nombramiento de Couselo, que se impuso en las elecciones por un margen mínimo de votos

La Corporación municipal despidió a varios de sus miembros en la última sesión del mandato 2015-2019. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera La Corporación municipal despidió a varios de sus miembros en la última sesión del mandato 2015-2019. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Ni mayoría absoluta ni gobierno a dos bandas. Poio se enfrenta a un escenario político que puede resultar novedoso para las nuevas generaciones, pero que, en cambio, es familiar para los vecinos más veteranos. Y es que, aunque desde 1995 (año en el que, por primera vez, Luciano Sobral tomó el bastón de mando para no volver a perderlo, a expensas de lo que suceda ahora) siempre existió un bipartito o un BNG con nueve concelleiros, la entrada de Avante Poio en el tablero político deja abierta la posibilidad de que lidere la lista más votada. No obstante, también existe una opción totalmente novedosa, que sería la configuración de un tripartito, al que se incorporaría Silvia Díaz, junto a su expartido y al PSOE.

Aunque hay quien da por hecho que Díaz, por su pasado nacionalista y su presente en clave de marea, no permitirá que se haga realidad ninguna fórmula que se traduzca en el nombramiento de Ángel Moldes como nuevo regidor (sería suficiente con que se votase a sí misma en el Pleno del próximo 15 de junio), lo cierto es que en la historia de la villa ya se han vivido algunos episodios de lo más rocambolescos. Quizá uno de los casos más llamativos se produjo después de las elecciones locales de 1987. Fue entonces cuando el Bloque Nacionalista Galego y el PSOE facilitaron la llegada a la Alcaldía del popular Armando Couselo. Precisamente, Luciano Sobral era el único concelleiro del BNG en la Corporación.

El regidor en funciones recuerda que tanto él como el edil socialista, Pedro Soto, se votaron a sí mismos para investir a Couselo, lo que permitió su nombramiento como alcalde. En aquel entonces, el Partido Popular obtuvo siete concejales en las urnas, empatando con Independentes de Poio, una agrupación que estaba liderada por el que hasta entonces había sido el único regidor que había tenido la villa desde el inicio de la democracia, después de haber ganado las elecciones municipales de 1979 y 1983. "A lista máis votada era a do PP, pero por moi pouca diferencia", recuerda Sobral.

Ante esta situación, se decidió permitir formar gobierno a la lista comandada por Armando Couselo. "Rey Fonseca representaba todo o contrario ao que defendemos o BNG, eramos totalmente antagonistas. Durante os mandatos anteriores o trato fora moi duro, había moita tensión", señala Luciano Sobral, que confirma que la decisión de no oponerse al nombramiento de Couselo como regidor "foi consensuada polo noso grupo".

GESTIÓN DE ÁREAS. Aunque ni el entonces concelleiro nacionalista ni el socialista Pedro Soto llegaron a formar parte de aquel Gobierno, el líder de los populares les ofreció la gestión de dos departamentos municipales. De esta manera, Sobral aceptó asumir el área de Alumeado (que hoy formaría parte de Servizos Municipais), mientras que Soto desarrolló tareas vinculadas al ámbito forestal (Medio Ambiente). En este sentido, el alcalde en funciones admite que el mandato se desarrolló con mucha tranquilidad. "Armando Couselo era unha persoa dialogante. Nunca intentou entrometerse nas nosas tarefas e o traballo que se fixo foi bo", rememora Sobral.

Al haber vivido en primera persona aquella situación, la pregunta es obligada. ¿Podría hoy en día darse el caso de que una fuerza a priori contraria al PP permita su llegada a la Alcaldía? "O contexto daquela era moi distinto ao que hai na actualidade. Co actual Partido Popular sería imposible chegar a un entendemento desas características", enfatiza.

El entendimiento se prolongó durante los cuatro años de mandato. Couselo salió beneficiado del mismo, como demuestran los resultados de los comicios de 1991. Con ocho concelleiros, aquel fue el último mandato del Partido Popular en Poio. Una vez más, no necesitó de una mayoría absoluta para gestionar el Ayuntamiento, gracias a los apoyos puntuales que obtenía del concejal de CDS, Francisco Rial.

Ahora, se abre una nueva etapa en la villa, cuyo desenlace todavía no está claro.

La Corporación municipal despide a varios de sus miembros en la última sesión del mandato 2015-2019

A pesar de no contar con temas trascendentes en el orden del día, la sesión plenaria celebrada este martes en la Casa Consistorial no fue una cualquiera. Los asuntos de mero trámite quedaron en un segundo plano en un Pleno que sirvió para despedir a varios concelleiros, que dicen adiós por voluntad propia o por no haber conseguido acta en las elecciones del 26 de mayo. En este último grupo se encuentra la concelleira en funciones de Cultura, Lidia Salgueiro. También ponen punto y final a su trayectoria en política el nacionalista Xosé Lodeiro, responsable de Medio Ambiente, y el popular Juan Grandal. Silvia Díaz no acudió al Pleno.

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